"Estamos en guerra sanitaria". Macron sigue los pasos de Pedro Sánchez y decide poner a Francia en cuarentena. El país vecino, que hasta este domingo, convivía con la pandemia de coronavirus con escasas restricciones y hasta unas elecciones locales, pasa ahora a un nuevo nivel de alerta. 

El presidente francés ha ordenado limitar los movimientos en todo el país durante los próximos 15 días y sólo se permitirán los desplazamientos urgentes y al lugar del trabajo, siempre que no sea compatible el teletrabajo.

Además, el país galo ha anunciado que asumirá los créditos contraídos y suspende el pago de alquileres, impuestos y recibos de luz, gas y agua. Macron no ha especificado si estos gastos que correrán por parte de las arcas públicas son los de las empresas o los ciudadanos, pero ha insistido en que “ningún francés quedará sin recursos”.

El confinamiento por el que ha optado en este punto de la crisis es menos severo que el que se aplica ya en España bajo el estado de alarma. Los franceses podrán seguir yendo a comprar con normalidad e incluso hacer ejercicio en la calle pero manteniendo siempre "la distancia de seguridad".

Macron ha hecho una llamada a la "disciplina social" para evitar la propagación del virus y ha acordado posponer la segunda vuelta de las elecciones municipales. 

Elecciones sin fecha

Aunque Macron no precisó la nueva fecha de los comicios, el primer ministro francés, Édouard Philippe, propuso hoy a los presidente del Senado, Gérard Larcher, y de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, así como los líderes de los distintos partidos, que se celebren el 21 de junio.



Pese al rechazo mostrado la semana pasada por la oposición a que la primera vuelta de este domingo se suspendiera, el presidente apuntó que el consenso para posponer la segunda ha sido unánime. En esa primera ronda se alcanzó una abstención histórica superior al 50 %.



"Estamos en guerra, en una guerra sanitaria. Es cierto que no luchamos ni contra un Ejército ni contra una nación, pero el enemigo está ahí, invisible y evasivo, y avanza. Esto requiere nuestra movilización general", destacó.



A partir del martes al mediodía, ya no se permitirán las reuniones familiares ni de amigos y se restringirán los desplazamientos a aquellos por motivos laborales, médicos o para comprar alimentos.



La movilización también será económica: según Macron, se creará un Fondo de Solidaridad para ayudar a los empresarios y se va a poner en marcha un "dispositivo excepcional" de aplazamiento de los cargos sociales y fiscales, además de una garantía del Estado de 300.000 millones de euros para los préstamos bancarios contraídos por las pequeñas empresas.



"Ninguna empresa será abandonada al riesgo de quiebra", prometió Macron en su alocución. El presidente anunció también el despliegue en los próximos días de un hospital militar de campaña en la región oriental de Alsacia y previó que el Ejército aporte su ayuda para trasladar a los enfermos de las zonas más afectadas para reducir la congestión de los hospitales.



Este miércoles, se presentará en Consejo de Ministros un proyecto de ley que permita al Gobierno una rápida respuesta a la actual urgencia, por decreto en caso de que sea necesario, y las reformas en marcha, incluida la de las pensiones, han sido suspendidas hasta nueva orden.



"Estemos a la altura de las circunstancias individual y colectivamente", dijo Macron, qujien aseguró que habrá sanciones para los ciudadanos que no respeten las consignas de limitar todo desplazamiento que no sea por motivo sanitario, laboral o alimenticio. 

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