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Tras cumplirse este domingo un nuevo plazo para nombrar a un sustituto del primer ministro dimisionario Adel Abdelmahdi, la crisis política desatada tras tres meses de protestas en las calles de Irak parece estar en un callejón sin salida, con partidos incapaces de determinar cuál de ellos tiene derecho a nominar a un aspirante.

El Parlamento debía haberse reunido este lunes para avanzar en la aprobación de la ley electoral, también en punto muerto desde hace días por discrepancias en dos de sus artículos, pero la sesión acabó suspendiéndose a última hora de la tarde hasta el martes por falta de quorum en medio de intensas negociaciones para nombrar al primer ministro.

Abdelmahdi anunció su renuncia el pasado 29 de noviembre y la presentó un día después por escrito en el Parlamento, que la aceptó el 1 de diciembre, empezando entonces a contar el plazo de 15 días que tiene el presidente del país para nombrar a un sucesor.

Sin embargo, la búsqueda de un candidato que no provenga del Gobierno ni de las facciones dominantes, como exigen los manifestantes, y los difíciles equilibrios entre las distintas fuerzas han dilatado las negociaciones llevando incluso a los grupos a hacer interpretaciones variopintas sobre el cómputo del plazo para ganar más tiempo.

Después de que la jornada de ayer domingo transcurriera con negociaciones intensas, según han reconocido parlamentarios, el plazo expiró a la medianoche sin acuerdo.

La sucesión

De acuerdo a la Constitución, la principal fuerza del Legislativo está llamada a nominar a un candidato para sustituir a Abdelmahdi que presentará al presidente iraquí, Barham Saleh, para que lo nombré.

Sin embargo, se ha desatado una furibunda pelea para determinar cuál es el bloque mayoritario de la Cámara, e incluso se pidió una aclaración al Tribunal Federal Supremo, que dio ayer una ambigua respuesta: el bloque mayoritario es aquel formado tras las elecciones de una, dos o más listas electorales y cuyos miembros juraron en la primera sesión como el bloque más grande.

"Tenemos todos los documentos y las cartas oficiales que indican que la alianza Al Fath es el bloque más grande del Parlamento", declaró a Efe el diputado de esa coalición, Mohamed al Baldawi.

Aseguró que Al Fath presentó al presidente del hemiciclo estos papeles en su primera sesión tras las elecciones de 2018, entre ellos un documento firmado por los 58 parlamentarios que afirmaba tener, a pesar de que en los comicios sólo obtuvo 47 escaños.

Sin embargo, los manifestantes ya han rechazado al candidato de esta formación con consignas y pancartas.

La coalición Sairún, apadrinada por el destacado clérigo chií Muqtada al Sadr y la que logró más escaños en las elecciones, reclama, básicamente, lo mismo.

"El bloque más grande es el que gana las elecciones y no es el bloque formado después de los comicios. Por eso, la alianza Sairún, que salió primera en las elecciones y ganó 54 escaños, es el bloque grande", dijo a Efe su diputado Jamal Fakher.

Pero Sairún quiere que sean los manifestantes los que elijan al primer ministro.

La ley electoral

Sarkawt Shams, diputado kurdo del bloque parlamentario El Futuro y representante de una de las pocas zonas del país que no ha registrado protestas en los últimos tres meses, reconoce a Efe que la designación de un dirigente es "muy complicada para los partidos porque la Constitución es ambigua".

"También lo es para el presidente [que es kurdo], que no va a aceptar a cualquier nombre si no está de acuerdo el pueblo [...]. La situación es muy volátil y puede pasar cualquier cosa", dijo.

Así las cosas, consideró menester que las diferentes formaciones den luz verde a la ley electoral esta misma semana y, de lograrse ese hito, lo más posible es que el Gobierno del dimisionario Abdelmahdi asuma el poder de forma interina hasta la celebración de comicios.

Otros, como Ahmed al Yaburi, el líder de la alianza Eje Nacional, con 17 de los 329 escaños del Parlamento iraquí, consideran que "superar el plazo legal para nombrar a un candidato para presidir el Gobierno y formarlo es una vulneración de la Constitución".

"Es incorrecto hablar de un vacío constitucional, porque todas las instituciones, como la presidencia de la República, el Gobierno en funciones y el Parlamento existen y continúan su trabajo", declaró a Efe.