Roma

Harto de ver el caos en el seno de la política de su país, el multimillonario italiano Flavio Briatore decide entrar en política y fundar un nuevo partido. Su formación se llamará Movimento del Fare –en italiano, "el partido del hacer"– cuyo objetivo será "el bien del país". En una larga entrevista al periódico italiano Il Foglio, no esconde su admiración hacia Donald Trump, que por supuesto conoce personalmente. En muchos aspectos, ambas figuras se fusionan: dinero, mujeres y fama. Además, ambos fueron los protagonistas del reality televisivo The Apprentice, cada uno en su país. Ahora el transalpino quiere seguir los mismos pasos políticos de su colega estadounidense, no descartando incluso estar al servicio de la causa soberanista del líder de la soberanista Liga, el actual ministro del Interior, Matteo Salvini. Defiende el "populismo" como un concepto "positivo".

"La comparación con el presidente de Estados Unidos me honra", asegura Briatore. "Donald", lo llama por su nombre de pila, "tiene un talento inigualable. Cuando se postuló para presidir la Casa Blanca tenía todos en contra, incluso entre los suyos". El multimillonario transalpino no pierde ocasión para recordar su amistad personal con el hoy mandatario americano: "Lo conozco desde los años 90, considero que he sido el primero en traerlo a Europa". "La gente se identifica más con Donald que con otros políticos que viven de chorradas", contextualiza Briatore a la hora de explicar el motivo del éxito de Trump en Estados Unidos.

Flavio Briatore, así pues, está dispuesto a conquistar la complicada política italiana: "No hay que perder más tiempo. El nombre de mi partido será el Movimento del Fare y en él se involucrarán empresarios, alcaldes y profesionales que han logrado cosas en la vida y tendrán que jugársela en primera persona". Y explica el motivo de su apuesta pública: "Lo harán por el bien del país, para devolver un poco de aquello que han recibido. Los incompetentes en el Gobierno han sido buenos sólo para decir que no", refiriéndose claramente al populista Movimiento 5 Estrellas de Luigi Di Maio, socio mayoritario del agotado Gobierno del actual primer ministro, Giuseppe Conte. "¿Cómo es posible que Roma rechace postularse para unas Olimpiadas y que Turín no las organice junto a Milán, teniendo las montañas más bonitas de Italia?", se pregunta retóricamente Briatore haciendo referencia a las dos grandes ciudades italianas gobernadas por dos alcaldesas del Movimiento 5 Estrellas, Virginia Raggi y Chiara Appendino, respectivamente.

Inversiones, trabajo, obras públicas, reformas judiciales, el turismo como sector puntero del país. El multimillonario Flavio Briatore, en cierto modo sucesor de Silvio Berlusconi 25 años más tarde, tiene muy claro su programa político: "Tenemos que relanzar la economía. Si por mí fuera, relanzaría todas las obras públicas pendientes y pondría en marcha muchas otras nuevas, como el AVE Turín-Lyon y el puente sobre el Estrecho de Messina", que une Sicilia con el resto de Italia. Siguiendo en su línea contra el Movimiento 5 Estrellas, "quitaría inmediatamente la renta de ciudadanía", la descafeinada renta básica universal a la italiana, medida estrella del M5E. "Por no hablar de la urgente reforma de la justicia, porque la incertidumbre de la ley asusta a los inversores", comenta quien se considera un claro conocedor de la materia. Según él, la receta económica para impulsar Italia es simple: "Si damos confianza a los capitales extranjeros, bajaremos los impuestos y reduciremos un montón de normas inútiles". Y aclara cuál será el sector estratégico: "El turismo será la verdadera excelencia italiana. El sur de Italia tiene todas las de ganar para ser la Florida de Europa".

Flavio Briatore, durante el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, la pasada temporada. GTRES

En estos tiempos, hablando de Donald Trump, es imposible no hablar del concepto de populismo. Para Briatore, "no se trata de una palabra fea o desagradable, todo lo contrario" ya que "el populista es quien da voz al pueblo. Me llama la atención determinada intelectualidad tonta que se escandaliza porque alguien está bien entre las gente normal". "Zingaretti", el secretario general del socialista Partido Democrático (PD), "tendría que preguntarse por qué el líder leguista sea tan querido por la gente", comenta el multimillonario italiano haciendo alusión a las polémicas fiestas que Salvini ha estado teniendo últimamente desde la playa para seguir con su propaganda electoral en su versión más estival. "Salvini es una persona normal, que se comporta como una persona normal", dice Briatore.

El Gobierno italiano está en plena crisis institucional debido al fracaso de la anómala coalición que nació hace más de un año entre el M5E de Di Maio y la Liga de Salvini. Según Briatore, es mucho mejor trabajar en solitario: "Por lo general, prefiero evitar estar en sociedad con otras personas, porque luego terminas estando vinculado. Cuando trabajo, prefiero hacerlo garantizándome mi cuota de mayoría y, si luego que algo va mal, disolver la sociedad", explica el propietario de la cadena de discotecas Billionaire. "La sociedad [política, se entiende] que Salvini ha creado con el M5E ha agotado su función. No se podían de acuerdo acerca de nada", admite Briatore. Y añade: "Los italianos ya han oído bastantes tonterías y la gente se espera de Salvini gestos concretos para dar un impulso al país". Si el propio Salvini le ofreciera algún encargo de Gobierno, como por ejemplo ministro de Turismo, "aceptaría, siempre y cuando me dejara las condiciones para hacer las cosas", explica el descubridor de los pilotos Michael Schumacher y Fernando Alonso durante sus 17 años como directivo técnico de Fórmula 1.

Hablando de magnates multimillonarios italianos, es imposible no hablar de Silvio Berlusconi. Para él, es un "populista ilustrado. A diferencia de otros grandes empresarios, a él nunca le han perdonado el hecho de haberse enriquecido". Según él, el hecho de que el ex Cavaliere no haya logrado el éxito definitivo como premier de su país se debe a que él, "como político, habría querido ser más incisivo en las cuestiones públicas italianas, pero gobernar un país no es como liderar una empresa", un concepto que, sin embargo, Berlusconi sigue defendiendo a ultranza en su actual papel como experimentado hombre de Estado al que no le gusta la política tras 25 años en ella. Briatore añade: "El país no es como una empresa. Al final los procedimientos son un jaleo y acabas siendo esclavo de la burocracia". Hace 25 años, Silvio Berlusconi "bajó al terreno de juego" porque Italia era el país que amaba. Un cuarto de siglo después, Briatore tiene claro los objetivos económicos para sus compatriotas, mirando por encima del hombro al ex Cavaliere y haciéndole un guiño a su amigo, el presidente estadounidense. Siendo totalmente consciente de que podría ser el nuevo Trump italiano.

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