Un hombre de 68 años ha sido ejecutado este jueves en el estado norteamericano de Tennessee condenado hace tres décadas por asfixiar a su mujer con una bolsa de basura.

Donnie Johnson ha sido ejecutado por inyección letal a las 19.37 (hora local) en la Institución de Seguridad Máxima de Riverbend, en Nashville, según ha señalado el Departamento de Corrección del estado en un comunicado. 

Johnson fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a muerte en noviembre de 1985 por asesinar a su esposa, Connie, el 8 de diciembre de 1984, después de que fuera a verlo a una tienda en Memphis en la que trabajaba. 

El compañero de trabajo de Johnson, Ronnie McCoy, un recluso en libertad laboral, declaró que dejó a la pareja a solas en una oficina durante unos 15 minutos. Cuando regresó, encontró a Connie asfixiada, según su testimonio ante el tribunal. 

McCoy testificó que él y Johnson pusieron después el cuerpo de Connie en su vehículo y lo llevaron a un centro comercial cercano donde lo dejaron.

Las autoridades señalaron que Johnson le pidió a un gerente de la tienda la mañana siguiente que le ayudara a encontrar a su mujer, quien aseguró que había desaparecido. Durante la búsqueda, fue hallada muerta en su camioneta con una gran bolsa de basura en la boca, según documentos judiciales. 

Durante la investigación, Johnson señaló a la Policía que le había dado a su esposa alrededor de 450 dólares ese día para las compras navideñas y que McCoy había tratado de robar a su mujer y la mató

Johnson presentó varias apelaciones fallidas sobre su ejecución, incluido un desafío al protocolo de inyección letal del estado con otros reclusos, argumentando queesta causa "un dolor insoportable".

Johnson donó su última comida

Los presos de Tennessee, antes de ser ejecutados, pueden pedir una última comida de un valor máximo de 20 dólares. Pero Johnson decidió donar su pizza vegetariana a gente sin hogar.

Y es que Johnson llevó a cabo una 'reconversión' durante estos 30 años en prisión. Se volvió muy religioso, incluso convirtiéndose en miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Hasta tal punto llegó su implicación en la Iglesia que el presidente de dicho culto pidió la absolución de Johnson al gobernador de Tennesee.