El Tribunal Supremo de la India ordenó hoy que se otorgue protección policial a las dos primeras mujeres que lograron entrar al templo hindú de Sabarimala de Kerala, en el sur del país, tras recibir amenazas y temer por sus vidas.

Una sala del máximo órgano judicial de la India dirigida por el presidente del Supremo, Ranjan Gogoi, "consideró apropiado (...) ordenar a la Policía de Kerala que dé seguridad apropiada" a las dos mujeres, de acuerdo con la agencia india PTI.

El tribunal se negó, sin embargo, a examinar los rituales de purificación realizados por los sacerdotes tras la entrada de Bindu (41 años) y Kanakadurga (40 años) al templo, en el que se impedía el acceso de mujeres en edad de menstruar al considerar que contaminaban el lugar hasta que el Supremo revocó la prohibición el pasado septiembre.

Tras el paso de las mujeres por el templo en la madrugada del pasado 2 de enero, los sacerdotes procedieron a su "purificación", lo que, según la petición de Bindu y Kanakadurga, "disminuye la dignidad de las mujeres y viola sus derechos fundamentales".

Ambas mujeres desafiaron la creencia de que la menstruación puede debilitar las energías del dios Ayyappa, que ha mantenido apartadas del templo por décadas a las mujeres de entre 10 y 50 años de edad, para probar que no es una forma de impureza.

Bindu y Kanakadurga debieron "huir de un refugio seguro a otro, entre amenazas violentas contra ellas en las redes sociales y otros medios", lo que les llevó a "temer por su vida y su seguridad", de acuerdo con la petición presentada ante el Supremo.

El Tribunal Supremo levantó el pasado mes de septiembre la prohibición de entrada que pesaba sobre las mujeres de entre 10 y 50 años, aunque las féminas que trataron de llegar hasta el altar se encontraron con la resistencia de distintos grupos de personas, devotos y miembros de la extrema derecha hindú.

La entrada de ambas mujeres al templo en enero, cuyo ejemplo han seguido otras 51 según las autoridades estatales, desencadenó violentas protestas que se saldaron con más de 1.700 detenidos, así como un gigantesco muro humano por la igualdad de las mujeres organizado por el Gobierno de Kerala que cubrió 620 kilómetros y contó con la participación de miles de millones de mujeres.