El Ayuntamiento de Roma ha decidido poner fin a la donación de monedas procedentes de la famosa Fontana di Trevi a Cáritas, la ONG dependiente de la Iglesia católica. De esta forma, el equipo de gobierno de Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, se ha propuesto destinar el millón y medio de euros que cada año el Consistorio recauda gracias a las millones de monedas que dejan los turistas que visitan la ciudad a otra clase de proyectos.

En concreto, el Ayuntamiento dedicará el dinero al mantenimiento y conservación de las fuentes históricas de Roma y de otros de sus múltiples monumentos, además de a proyectos sociales que decida el ejecutivo capitolino.

El cambio de parecer de la alcaldesa no ha sentado nada bien en la organización dedicada a la atención de los más desfavorecidos. Según publica el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana, Avvenire, la decisión "obligará a reducir o cerrar muchos servicios para los más pobres, con previsibles repercusiones sobre el clima social de la ciudad".

La gestión del patrimonio recaudado a través de esta fuente fue cedido a Cáritas en 2001 por el entonces alcalde Walter Veltroni. Desde entonces, la empresa municipal Acea se encargaba de vaciar periódicamente el agua de la Fontana di Trevi y daba a la ONG las monedas halladas para que ésta, gracias a la ayuda gratuita de voluntarios, contara, limpiara y depositara el dinero en el banco. En total, los ingresos representaban un 15% del presupuesto total de la organización en Roma.

En 2017 el Ayuntamiento ya había anunciado la creación de un equipo de evaluación para analizar el posible cambio de destinatario de las monedas de la Fontana. Finalmente, se acordó que la concesión a Cáritas caducara en diciembre del pasado año 2018 y, ahora, pasará a ser gestionada por el Consistorio romano.

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