El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha autorizado este jueves la destitución de funcionarios que defiendan ideales "comunistas" y la venta de muchos de los 700.000 inmuebles propiedad del Estado, para contribuir a contener el elevado gasto público.

Las decisiones han sido adoptadas en la primera reunión del llamado Consejo de Gobierno, integrado por el propio mandatario, por el vicepresidente y general de la reserva Hamilton Mourao y por los 22 ministros del gabinete, que hasta el mes pasado tenía 29 miembros y en otras épocas llegó a tener casi 40.

El ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni, ha dicho en rueda de prensa que la decisión de revisar la estructura de la administración pública y destituir a los funcionarios no alineados con las ideas de Bolsonaro es parte del "compromiso" que el capitán de la reserva del Ejército adoptó durante su campaña electoral.

"No tiene sentido tener un Gobierno como el que tenemos ahora con personas que defiendan otras ideas u otra forma de organización de la sociedad", ha declarado Lorenzoni, quien ya ha dado el primer paso anunciando la destitución de unos 300 funcionarios con contratos temporales.

Según Lorenzoni, en las elecciones del pasado octubre, ganadas por el líder de la ultraderecha, "la sociedad dijo basta a las ideas socialistas y comunistas que en los últimos 30 años nos llevaron al caos actual" y el Gobierno debe responder ahora al mandato de las urnas.

La decisión, autorizada por el propio Bolsonaro, se aplicará en todos los sectores de la administración pública, en los que será revisada la situación de las personas contratadas temporalmente, en su mayoría para cargos considerados "de confianza".

Venta de inmuebles propiedad del Estado

En la reunión, la primera que Bolsonaro celebra con todos sus ministros desde su toma de posesión, el pasado 1 de enero, también se ha decidido que cada ministerio hará un inventario de inmuebles de su propiedad, a fin de proceder a la venta de aquellos que no sean necesarios.

"Las primeras informaciones dicen que el Estado tiene cerca de 700.000 inmuebles" en todo el país, "lo que causa gastos inmensos de mantenimiento", ha indicado el ministro. Ha añadido que el nuevo Gobierno ha identificado ya que, además, hay ministerios que, pese a contar con terrenos propios, "alquilan otros espacios, lo cual no tiene ningún sentido" e infla un gasto público que Bolsonaro está decidido a reducir a mínimos.

Lorenzoni ha insistido en que todas esas decisiones serán tomadas con criterios "absolutamente técnicos", que fueron los que Bolsonaro ofreció a los brasileños en su campaña electoral. "Como dice el capitán, estamos para servirle a la sociedad y no a las ideologías".