China es un país envejecido: con la caída de la tasa de natalidad y los pronósticos que se esperan, para 2030, un cuarto de la población sobrepasará los 60 años. Las últimas estadísticas oficiales revelan que el problema del envejecimiento de la sociedad está empeorando desde que los matrimonios y los nacimientos se han reducido significativamente. 



Este problema ya ha provocado que, en 2016, cesase la famosa política de 'un solo hijo' de Pekín, permitiendo que las parejas pudieran tener dos hijos. Esta medida, que se introdujo en 1979 para controlar el alto crecimiento de la población, resultó en un preoucpante envejecimiento de la población.



A pesar de que se ha tratado de llevar a cabo una nueva política, solo 17,58 millones de bebés nacieron en el país el año pasado, frente a los 241 millones de personas mayores de 60, según datos de la agencia Xinhua, quienes citaron las últimas cifras de la Comisión Nacional de Salud.



El problema del envejecimiento en China es particularmente severo en las zonas tradicionales de industria pesada, en el noreste, de acuerdo con las estadísticas de Bureau Data. Las provincias más afectadas son Liaoning, Heilongjiang y Jilin.



Posibles causas



El demógrafo Chen Youhua, de la Universidad de Nanjing, declaró que el descenso de la tasa de natalidad se debe a la bajada del número de mujeres en edad fértil. Además, comentó que otros factores como retrasar el matrimonio o la negativa a tener hijos han tenido sus efectos en este problema, pero tendrán un impacto limitado por ahora. Las consecuencias serán más notorias dentro de una década.

La tasa de natalidad cayó hasta los 12,43 nacimientos por cada mil personas el año pasado. El 51% de esos recién nacidos no fueron el primer hijo de la familia, según el informe de la Comisión Nacional de Salud.

Unos 3 millones de parejas han registrado su matrimonio en el Ministerio de Asuntos Civiles durante el primer cuatrimestre del año, cifra muy inferior a los casi 4,3 millones en el mismo período en 2013. La disminución ha sido del 30%.



Medidas del Gobierno



Bloomberg News informó en mayo de que China planeaba suprimir todos los límites en el número de hijos que una familia pueda tener para reducir el ritmo de envejecimiento en el país y, así, eliminar una fuente de críticas internacionales. Un movimiento, según Chen, que respeta los derechos humanos básicos, pero que "no ayudarán mucho a mejorar la estructura de la población".



Las medidas que se han lanzado para abordar la baja tasa de natalidad incluyen una asignación económica por hijo como parte de las reformas fiscales del país. Pekín ha propuesto elevar el umbral mínimo de 3500 yuanes (447€) a 5000 yuanes (638€) por mes, para impulsar el consumo interior.



Huang Kuangshi, un investigador del centro de Población y Desarrollo de China, explicó durante una sesión de preguntas y respuestas en Thepaper.cn: "Recientemente he sugerido al Congreso Nacional del Pueblo, como parte de nuestra reforma fiscal a nivel nacional, que los padres deberían ser elegibles para una reducción impositiva de 1000 yuanes (128€) por cada niño".



Huang también sugirió que la tasa de natalidad podría ser impulsada por la concesión de 3 años de baja por maternidad para las madres primerizas: "Creo que la baja por maternindad y otros beneficios relacionados son los problemas más acuciantes que (las autoridades) deben abordar".



Situación laboral

Los expertos afirman que la discriminación contra las mujeres embarazadas en el lugar de trabajo persiste. Geoffrey Crothal, director de comunicación del China Labour Bulletin, grupo que promueve los derechos de los trabajadores, con sede en Hong Kong, mantiene que algunas empresas requieren que las mujeres firmen contratos que estipulen que no se quedarán embarazadas. "Muchos empleadores no contratan a mujeres porque les preocupa tener que pagar la baja por maternidad", agregó.

El sistema no siempre cubre todos los costos de la baja por maternidad. "A medida que los gobiernos regionales ofrecen más beneficios, es probable que algunos empleadores discriminen a las mujeres debido a las preocupaciones de que se queden embarazadas", manifestó Lyu Xiaoquan, abogada que representa a las mujeres en casos relacionados con las bajas por maternidad. "La solución definitiva sería que el Gobierno y la compañía asumieran los costos", declaró Lyu.