La "baguette", ese tipo de pan alargado y crujiente símbolo de la idiosincrasia francesa, tiene que estar protegido por la ONU y convertirse en un producto patrimonio mundial de la humanidad, defendió el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Según informó hoy la prensa local, Macron expresó ese deseo después de haber recogido la sugerencia de los responsables del sector de la panadería y bollería en Francia, con los que se reunió este viernes.

"Francia es un país de excelencia en la elaboración del pan. La 'baguette' es la envidia del mundo entero. Hay que preservar esa excelencia y ese método de elaboración, por ello tiene que ser inscrita como patrimonio" en la lista de la Unesco, alegó el mandatario.



10.000 millones de baguettes anuales



Según las estadísticas, los franceses consumen unos 10.000 millones de barras de ese crujiente pan al año, equivalente a 320 cada segundo.

De media cada persona come 120 gramos diarios de "baguette", hecha de harina, agua, sal y levadura.

Sin embargo, su consumo ha menguado a lo largo de las décadas, pues es tres veces menor a lo que se ingería en 1950.