Bruselas

Tras despedir anoche al primer ministro británico, David Cameron, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han escenificado este miércoles el brexit. Han celebrado la primera reunión informal a la que no ha sido invitado Reino Unido, pese a que en teoría sigue siendo miembro de pleno derecho del club. Al tiempo que Cameron regresa a Londres, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, partidaria de seguir en la Unión, ha sido recibida con los brazos abiertos en Bruselas por los presidentes de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y el de la Eurocámara, Martin Schulz.

 

“Reino Unido ha tomado la decisión que ha tomado. Hoy, Reino Unido ya no se sienta en la mesa en la que estaba anoche”, ha dicho Juncker. En la agenda de los líderes europeos había dos temas principales: organizar el proceso de divorcio con Londres y también iniciar un proceso de reflexión sobre el futuro de la Unión.

La mesa de los 27 líderes europeos sin Cameron Unión Europea

 

Sobre la separación no hay avances concretos porque Cameron todavía no ha invocado el artículo 50 del Tratado, la cláusula de divorcio. Ha dejado la decisión en manos del próximo primer ministro, que no será elegido hasta después del verano. El mensaje de los líderes europeos a Londres es claro: “no empezaremos a negociar hasta que tengamos el artículo 50”, ha repetido este miércoles el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel.

 

Los jefes de Estado y de Gobierno están también de acuerdo en que no permitirán un divorcio a la carta, en el que Londres decida con qué políticas comunitarias se queda y cuáles desecha. Sin embargo, ya han empezado a emerger fracturas entre los dirigentes de la UE sobre cómo debe llevarse a cabo el proceso de divorcio.

El primer ministro belga, Charles Michel, quiere que sea rápido. “Reino Unido no se puede permitir el lujo de un largo folletín, de una crisis política muy larga que amenace al país”, ha alegado. Sin embargo, su colega estonio, Taavi Roivas, pide “respetar la petición británica de tener algo de margen”. La declaración aprobada por los líderes pide que la notificación se produzca "lo antes posible"

 

También se ha desencadenado un conflicto institucional. La Comisión Europea quiere liderar las negociaciones con Londres en nombre de los 27. Pero la mayoría de países prefiere que sea el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el que lleve la voz cantante. 

"Esperamos que en el futuro el Reino Unido sea un socio cercano de la UE", reza la declaración de los 27. No obstante, los líderes dejan claro que si Londres quiere conservar el acceso al mercado único debe aceptar las cuatro libertades: el libre movimiento de personas, capitales, productos y servicios.

 

Una Europa a varias velocidades

 

En cuanto al futuro, el mensaje de los jefes de Estado y de Gobierno es que la Unión seguirá adelante sin Reino Unido. Su supervivencia no está amenazada por las peticiones de otros referendos de salida en países como Holanda, Francia, Italia o Dinamarca, aseguran los jefes de Estado y de Gobierno, sostienen. “Necesitamos más que nunca una Europa unida en contraste con un Reino desunido”, ha dicho el primer ministro luxemburgués.

"Estamos resueltos a permanecer unidos y a trabajar en el marco de la UE para afrontar los desafíos del siglo XXI y encontrar soluciones que beneficien a nuestras naciones y pueblos. Estamos preparados para abordar cualquier dificultad que pueda derivarse de la situación actual", dice la declaración conjunta.

 

La mayoría de dirigentes coincide en que Bruselas debe concentrarse únicamente en aquellas políticas que generen un valor añadido, como la seguridad, el impulso del crecimiento económico o la gestión migratoria. Los países del grupo de Visegrado –Polonia, Hungría, República Checa y Eslovaquia- han pedido cambios profundos en el modo de funcionamiento de la UE, que podrían implicar la renacionalización de algunas políticas.

 

“Deben tenerse en cuenta las preocupaciones reales de nuestros ciudadanos. Debe escucharse a los parlamentos nacionales. Las instituciones de la UE deben ceñirse a sus misiones y mandatos. También debe recuperarse la confianza entre los estados miembros, y empezar a superar las líneas divisorias artificiales y necesarias que hemos visto emerger en los últimos meses”, afirman en un comunicado conjunto.

 

Frente a ellos, el primer ministro belga, Charles Michel, reclama una “Europa a múltiples velocidades”. “Cuando se quiere decidir todo a 27 hay a veces un riesgo de inmovilismo. Lo hemos visto en el pasado. Hay que aceptar las cosas como son y permitir que un grupo de países que quiera ir más rápido pueda hacerlo sin que lo impidan los demás”, ha sostenido.

 

Tusk ya ha convocado otra cumbre informal de los líderes de los 27, sin Reino Unido, para mediados de septiembre en Bratislava.

 

Juncker y Schulz reciben a la líder de Escocia

El presidente de la Eurocámara da la bienvenida a Sturgeon Eric Vidal/Reuters

 

Al mismo tiempo que Cameron regresa a Londres, los dirigentes de la Unión Europea se han reunido este miércoles con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. La reciben el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, y el de la Comisión, Jean-Claude Juncker. También solicitó un encuentro con Tusk, pero éste lo denegó por considerar que no es el momento político adecuado.

 

Escocia votó mayoritariamente por quedarse en la Unión en el referéndum del 23 de junio. Sturgeon ha dicho que protegerá los intereses de Escocia en la UE. "Escocia está determinada a quedarse en la Unión", ha asegurado en Bruselas. En la Eurocámara ha sido recibida con alfombra roja tanto por el líder del PP europeo, el alemán Manfred Weber, como por el jefe del grupo socialista, el italiano Gianni Pittella. Una actitud que contrasta con las advertencias que la UE lanzó a Escocia durante el referéndum de independencia de 2014.

"Se la va a escuchar como a cualquier otro presidente regional afectado por la salida de su país de la UE", explican fuentes del PP europeo. Sostienen que el caso de Sturgeon no es el mismo que el del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al que las instituciones de la UE le han hecho el vacío. "Si recibiéramos a Puigdemont sería al contrario. Tendría que explicar por qué quiere sacar a su región de la UE cuando su país se quiere quedar", alegan.

"He encontrado una respuesta comprensiva a la situación en la que se encuentra ahora Escocia, enfrentándose a la perspectiva de que la saquen de la Unión Europea contra nuestra voluntad", ha dicho Sturgeon tras su ronda de contactos. 

 

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