Edimburgo

"Como dije ayer, un segundo referéndum de independencia es claramente una opción que tiene que estar sobre la mesa, y que está 'muy' encima de la mesa". Nicola Sturgeon, primera ministra escocesa, ha comparecido frente a su casa en Edimburgo para anunciar que el Gobierno ya ha dado los primeros pasos en esa dirección. Para garantizar que esta opción sea viable, la primera labor del gabinete será asegurarse de que existe "la legislación necesaria". El Gobierno escocés se reunió esta mañana para discutir cuál será el futuro del país, en el que el remain ganó con el 62% de los votos, pese a que el resultado total en Reino Unido ha sido favorable al leave. 

Sturgeon ha anunciado que Escocia intentará mantener "conversaciones inmediatas con las instituciones de la Unión Europea y con otros estados miembros para explorar todas las opciones posibles para proteger el lugar de Escocia en ella". En los próximos días se creará un panel de expertos que asesorarán al Gobierno en "asuntos legales, financieros y diplomáticos" para afrontar este proceso, y que escucharán todas las voces del "espectro político de escocés" con diferentes visiones sobre "el futuro constitucional de Escocia".

La líder del SNP ha reiterado, como hizo el viernes por la mañana, después de conocer los resultados finales (con un 52% de los votos a favor de abandonar la UE), que el Gobierno "hará todo lo posible para proteger los intereses de los escoceses". También ha repetido que los ciudadanos europeos son bienvenidos en Escocia y ha invitado a los cónsules de los países miembros a reunirse en Edimburgo "para hablar sobre cómo nos relacionamos con sus comunidades aquí y dejar claro cuánto valoramos su contribución a la economía, la sociedad y la cultura escocesas".

Sturgeon ha aclarado que Escocia tiene "un gobierno estable y efectivo" cuya labor no se verá afectada por la "agitación política" de Westminster (en referencia a la renuncia de David Cameron y a la carrera por ser su sucesor). Su declaración ha durado unos minutos y no ha aceptado preguntas.

En septiembre de 2014, los escoceses decidieron permanecer dentro de Reino Unido (con un 55% de los votos a favor). Ruth Davidson, líder de los conservadores, ha asegurado que los 1,6 millones de votos que la nación depositó el jueves a favor de la UE no superan a los 2 millones que rechazaron la independencia hace dos años. Pero el panorama político ha dado un vuelco. La incertidumbre económica y la posibilidad de que Escocia se viese excluida de la Unión Europea inclinaron la balanza en 2014, pero con el fantasma de la desintegración actual, los resultados podrían ser muy diferentes. 

Sin embargo, no hay que olvidar que un hipotético segundo referéndum de independencia necesitaría la aprobación del parlamento británico, inmerso a su vez en los trámites de su divorcio con la Unión Europea. 

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