J.R. AGENCIAS

La Fiscalía brasileña ha pedido prisión preventiva para el expresidente brasileño, Lula da Silva, junto con la denuncia que presentaron este miércoles sobre el tríplex de lujo en la playa, registrado a nombre de la constructora OAS, implicada en el caso Petrobras. 

Los fiscales dicen que la prisión del expresidente de Brasil es necesaria para "garantizar "el orden público, la instrucción del proceso y la aplicación de la ley penal". Señalan que, estando en libertad, Lula puede destruir pruebas y actuar de manera a evitar las determinaciones de la justicia. Además, los fiscales temen que el expresidente pueda "mobilizar su red violenta de apoyo para evitar que el proceso se inicie y tenga su curso normal". El pedido está bajo secreto judicial.

Lula da Silva está acusado de blanqueo de capitales y de falsedad ideológica, crímenes con penas de 3 a 10 años de cárcel y de 1 a 3 años, respectivamente. Su mujer, Marisa Letícia, y uno de sus hijos, Fábio Luís Lula da Silva, también están acusados de blanqueo.

Este jueves, los fiscales negaron, en rueda de prensa, que la investigación tenga motivaciones políticas. "Nuestra agenda es judicial. Poco importa si algún procedimiento tiene repercusión política", dijo el fiscal José Carlos Blat. 

El caso

Según la denuncia, el expresidente y su esposa, Marisa Letícia Lula da Silva, ocultaron ser los verdaderos dueños de un tríplex que figura a nombre de la constructora OAS, una de las implicadas en el caso Petrobras.

El triplex 164-A del Condominio Solaris, en la playa de Guarujá, São Paulo, inicialmente proyectado por una cooperativa llamada Bancoop, cambió de manos cuando ésta quebró. Se hizo cargo del complejo la constructora OAS, una de las principales investigadas por distribuir dinero a políticos a cambio de contratos millonarios en Petrobras.

Las sospechas de los fiscales apuntan a que OAS reservó un tríplex en los últimos pisos del edificio y que además hizo una reforma al gusto de la familia de Lula da Silva, por valor de 800.000 reales (unos 200.000 euros). Varios medios brasileños han divulgado fotografías de Lula visitando las obras en compañía del expresidente de la empresa y han dado detalles de las comodidades preparadas para el disfrute de la familia de Lula, que sin embargo nunca llegó.

Con el caso Petrobras en marcha, el exmandatario dijo que solo había tenido una opción de compra, pero que nunca la llegó a ejercer. La investigación rastreó entonces sus cuentas, donde aparecieron pagos millonarios de varias constructoras por dar conferencias, a través de su empresa LILS, y también otras donaciones al Instituto Lula. Esas transacciones terminaron siendo el objeto de la detención para interrogatorio del pasado viernes, para determinar si esos pagos son una contrapartida basada en algún delito de corrupción durante el mandato presidencial de Lula.