Moeh Atitar Daniel Montero David Álvarez Eduardo Suárez Enrique Lavilla

Dos policías españoles fueron asesinados este viernes durante el ataque contra la embajada española en Kabul. Un coche bomba reventó la puerta y al menos cuatro asaltantes entraron en el interior del complejo por una brecha en el muro sembrando el terror durante la noche. Esto es lo que sabemos hasta ahora del ataque.

Lo que sabemos

Cómo murieron los dos policías. El ataque contra la embajada española empezó cinco minutos antes de las seis de la tarde de Kabul cuando un terrorista suicida estrelló un coche bomba contra uno de los muros de la legación. Por el hueco se coloraron otros tres asaltantes, que entraron armados en el complejo y sembraron el terror hasta que fueron abatidos al amanecer. 

Durante el ataque fueron asesinados dos policías españoles: el granadino Jorge García Tudela y el leonés Isidro Gabriel Sanmartín. Al primero lo mataron al entrar en su habitación, que estaba en la planta baja del edificio. Su compañero Sanmartín salió a ver si lo encontraba y fue abatido a tiros en el patio de la embajada, donde los talibanes lo dejaron agonizando con la intención de disparar contra quien fuera a rescatarlo.

Un tercer policía español intentó convencer a los agentes afganos de que debían salir a rescatar a Sanmartín, que estuvo gritando en el patio durante tres horas. Los afganos le dijeron que fuera primero él, que conocía al herido. Cuando empezaron los disparos, los afganos dejaron solo al español, al que los talibanes arrojaron una granada que lo hirió un pie.

El agente logró sacar del ángulo de tiro al agente Sanmartín, que falleció unos minutos después. 

"Detonaron un coche bomba contra la puerta que arrasó media manzana y un minuto después entraron al asalto", explica uno de los españoles que sobrevivió al ataque talibán. "Nos refugiamos en el búnker aunque no era seguro porque una de las puertas no cerraba por los daños de la explosión. Han sido 12 horas esperando que entraran a rematarnos. Al final los americanos los neutralizaron. Pero el ataque era contra nuestra embajada y quien diga lo contrario miente". 

Al menos 10 personas murieron durante el ataque y nueve civiles fueron trasladados a un hospital cercano. Los talibanes llegaron a disparar desde la azotea del edificio y sabían cómo era el complejo por dentro. Los supervivientes sospechan que alguien pudo hacer llegar información detallada a los asaltantes sobre cómo es el interior de la legación.

El policía José Manuel Sánchez Fornet ha colgado en su cuenta de Facebook un testimonio de un policía que concuerda con la información recogida por este periódico: "Han detonado un coche bomba contra la puerta que ha arrasado media manzana y un minuto después han entrado al asalto. Han ocupado los tejados. La embajada quedó destrozada. A Jorge [García Tudela] lo mataron el primero porque su habitación está en la planta cero. Nos refugiamos en el búnker aunque no era seguro porque una de las puertas no cerraba por los daños de la explosión. Isidro [Gabriel Sanmartín] y otro policía salieron a buscar a Jorge porque no contestaba y posiblemente le dispararon desde el tejado. Allí quedó y no podíamos salir porque tenían tomadas posiciones estratégicas en altura. Han sido 12 horas esperando que entraran a rematarnos. Al final los americanos los neutralizaron. Pero el ataque era contra nuestra embajada y quien diga lo contrario miente". 

EL ESPAÑOL ha comprobado la veracidad de este testimonio.

Los talibanes disparaban constantemente durante el asedio y no tenían reparos en disparar también contra los dos muertos. 

De acuerdo con los testigos, el coche bomba usado durante el ataque reventó la puerta de la embajada. Los talibanes llegaron a disparar desde la azotea del edificio y sabían cómo era el complejo por dentro. Las autoridades españolas sospechan que alguien pudo haber pasado información detallada a los asaltantes sobre cómo es el interior de la legación.

El rescate de los supervivientes. "Lo que hemos vivido aquí es culpa de mucha gente", denuncia uno de los supervivientes al ataque. "La embajada estaba aislada en la peor zona de la ciudad y sin seguridad ninguna".

Policías y diplomáticos fueron rescatados en torno a las seis y media de la mañana por soldados americanos y por fuerzas especiales noruegas. Los testigos dicen que la embajada parecía un campo de guerra. Había cadáveres y coches calcinados. Las explosiones habían roto todo el perímetro.

Reuters

El embajador español, Emilio Pérez de Ágreda, se quedará por ahora en Kabul. Los policías que sobrevivieron al asedio se encuentran en la base militar de Kaia North, gestionada por la OTAN. Desde allí serán trasladados a España en un avión Falcon. Varios miembros de los GEO llegarán en las próximas horas a Kabul.

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, asegura que ha hablado con los siete agentes del Cuerpo Nacional de Policía que permanecen en Kabul y que forman parte del equipo de seguridad de la embajada española en la capital afgana. Dice que se encuentran bien y animados: "Todos bien. Defendieron cómo héroes a España. Todos debemos estar orgullosos de ellos".

El agente herido, que acompañó al policía fallecido Isidro Gabino hacia el hospital, ya ha sido dado de alta y ha podido reunirse con sus compañeros.

La reivindicación del ataque. El atentado lo reivindicó el talibán Zabihullah Mujahid en su cuenta de Twitter. 

Cuándo empezó todo. El asalto a la embajada española comenzó cinco minutos antes de las seis de la tarde de Kabul, en torno a las dos y media en España. El escenario fue el barrio de Sherpor, en el que se ubican diversas representaciones extranjeras y edificios gubernamentales. 

"Las fuerzas especiales llegaron a la zona y ésta fue acordonada", dijo Homayoon Aini, jefe de Emergencias del Ministerio de Interior de Afganistán.

Las identidades de las víctimas. En el ataque fueron asesinados dos policías: el leonés Isidro Gabino Sanmartín Hernández (48 años) y el subinspector Jorge Garcia Tudela, nacido en Alzira (Valencia) y residente en Granada.

La repatriación de Jorge e Isidro. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado que ya está disponible un avión del Ejército español para repatriar a España los cadáveres de los dos policías. En el mismo avión viajarán a España sus compañeros de dotación, que serán relevados en Afganistán por un equipo de diez policías nacionales.

La repatriación tendrá lugar "lo antes posible" y una vez que concluyan los trámites de la administración afgana, ha explicado Fernández Díaz.

El Ministerio ha decretado que durante tres días las banderas de las dependencias policiales de toda España ondeen a media asta y ha otorgado a los dos fallecidos la condecoración de la medalla de oro, la máxima distinción del Cuerpo Nacional de Policía.

Cómo es la embajada española. La legación española se ubica en uno de los barrios más concurridos de Kabul. La embajada la forman tres edificios conectados por un patio común y situados a sólo unos 10 metros del muro que los separa de la calle. Uno de los tres edificios se usa como embajada y consulado y el otro, como residencia del personal diplomático español. 

La Unión Federal de Policía (UFP) denunciaba este sábado la seguridad defectuosa de la legación española: "La cercanía entre las casas y la calle es tal que algunas de sus terrazas tocan casi con el muro exterior del recinto, sin ningún tipo de distancia de seguridad. Eso hace que puedan ser fácilmente atacadas desde el exterior con un simple cóctel molotov". 

Lo que solía ser la puerta principal está tapiada y se entra y se sale por una puerta lateral protegida por un portón de chapa sin ningún blindaje. "Esa puerta se abría por medio de un portón eléctrico", dice la UFP. "Pero al romperse, el policía tenía que bajarse del vehículo. Mientras lo empujaba, seguía apuntando con el arma. Dicha práctica se había hecho tan común que habían puesto una especie de tela en una parte del portón para evitar resbalarse al empujarlo". 

Reuters

A esa entrada se accedía por una calle lateral que no estaba asfaltada y en muy mal estado. Los vehículos no podían circular a más de 30 kilómetros por hora. 

El embajador español reside en la llamada zona verde: el perímetro protegido junto a la embajada de Estados Unidos en Kabul. En la embajada residen 17 personas: ocho encargadas de la seguridad, seis funcionarios administrativos y tres intérpretes afganos. El perímetro lo controlaba personal de seguridad afgano contratado por el Gobierno español: entre 10 y 12 personas.

El sindicato policial asegura en su nota que el personal diplomático que ha vivido y trabajado allí temía un ataque como éste: "Pensaban que si explotaba un coche bomba no iba a quedar nadie vivo, dada la escasa distancia que separa la calle del edificio".

A pesar de estas deficiencias, el Gobierno español nunca se planteó trasladar la embajada a otro lugar.

El ataque fue contra la embajada. El Ministerio de Exteriores dijo primero que el ataque había sido contra la embajada española. Pero unas horas después Mariano Rajoy dio otra versión en Orihuela (Alicante): "El ataque no iba contra nosotros. No ha habido un ataque ni era la intención de hacerlo contra la embajada de España en Afganistán y así lo han reivindicado los talibanes. Era un ataque contra algunas casas de huéspedes que estaban muy próximas a la embajada. Todos podemos ser objetivo de un ataque terrorista, cualquiera, cualquier país occidental, pero en este caso no lo era contra la embajada de España".

El Gobierno reconoció este sábado en una nota que el asalto sí "fue un ataque contra España y contra su colaboración en la consolidación de la democracia en Afganistán". El Gobierno afgano también lo confirma. 

Según la información que maneja Exteriores, la comunidad española asentada en Afganistán está compuesta por unas 88 personas. La mayoría vive en Kabul. 

Mapa de la zona atacada. EL ESPAÑOL

La página web de la embajada española en Kabul recuerda: "Afganistán es un país en guerra. La comunidad internacional está expuesta a los secuestros oportunistas y todos, ciudadanos nacionales y extranjeros, están expuestos a todo tipo de atentados terroristas. Tanto en las grandes ciudades, incluida Kabul, como en las provincias, el nivel de inseguridad es muy elevado, con riesgo cierto para la propia vida."

Un país sumido en el caos. Entre el martes y el miércoles, un ataque talibán al aeropuerto internacional de Kandahar, en el sur del país, causó la muerte de al menos 68 personas, entre ellas 39 civiles.

Esta ha sido una de las acciones más significativas de los insurgentes en lo que va de año, cuando han incrementado su control en varias áreas del país. En septiembre tomaron la ciudad nororiental de Kunduz, su mayor logro militar desde la caída del régimen en 2001. Afganistán vive uno de los años más sangrientos desde 2001. Sólo en el primer semestre se han registrado al menos 1.592 muertos y 3.329 heridos civiles.

Lo que no sabemos

El número exacto de atacantes. Pese a que hay cuatro talibanes muertos, se desconoce si hubo más personas que participaron en los ataques. Los talibanes indican que sólo hubo cuatro asaltantes: los cuatro fallecidos durante el atentado. "Se lanzaron de cabeza contra las fuerzas de seguridad cuando comenzaron a quedarse sin munición", dice su comunicado. Sin embargo, los talibanes podrían dar esta cifra para proteger a otros implicados en el asalto.

Por qué atacaron la embajada española. La página web de la legación recuerda: "Afganistán es un país en guerra. La comunidad internacional está expuesta a los secuestros oportunistas y todos, ciudadanos nacionales y extranjeros, están expuestos a todo tipo de atentados terroristas. Tanto en las grandes ciudades, incluida Kabul, como en las provincias, el nivel de inseguridad es muy elevado, con riesgo cierto para la propia vida".

Reuters

Al margen de la inseguridad del país, no sabemos si los talibanes tenían como objetivo la embajada española por algún motivo en concreto.

España ha tenido tropas desplegadas sobre todo en las provincias de Herat y Badghis y había comenzado su retirada del país asiático, que a mediados de noviembre ya estaba casi completada. Puede que los talibanes tuvieran como objetivo la Embajada española por el despliegue militar de nuestras tropas durante 14 años. Sin embargo, la misión de España en Afganistán no ha sido de la más poderosas en comparación con la desarrollada por Estados Unidos o por otros países de nuestro entorno.

El porqué del error de Rajoy. Es sorprendente que Rajoy no tuviera información precisa desde el principio de lo ocurrido. El presidente pidió tranquilidad y aseguró que no hubo "un ataque ni era la intención hacerlo contra la Embajada de España en Afganistán". El primer mensaje de Rajoy contradecía la primera información oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores, que informó de que los talibanes atentaron contra la legación diplomática española en Kabul.

¿Temía el CNI un ataque? No sabemos si los servicios de inteligencia españoles tenían información sobre un posible ataque y si la legación había recibido alguna alerta sobre una amenaza específica o inminente. Tampoco sabemos si la embajada española había recibido amenazas serias que hubieran podido alertarles. Por ahora el Gobierno no lo ha aclarado.

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