Caracas

Nicolás Maduro ha aceptado la derrota en las elecciones parlamentarias. La diferencia ha sido enorme: 112 diputados de la oposición contra 55 del chavismo. El mensaje de cambio parece claro, pero hasta ahora el presidente venezolano no ha movido ninguna pieza en su gabinete ni ha convocado  una reunión con los opositores. Mantiene su discurso, el ataque. Perdimos, pero es culpa de la “guerra económica”, se le ha oído decir. Ha pedido autocrítica, pero todavía no ha ejecutado ningún cambio trascendental.

En un editorial, el diario opositor Tal Cual ha publicado que el mensaje presidencial es el de siempre, a pesar de “la claridad con la que se expresó la mayoría”. Maduro se ha reunido con la jerarquía del chavismo para evaluar los daños, ha propuesto una hoja de ruta “de debate, consulta y acción” y a lo largo de la semana ha promovido reuniones con delegados del Partido Socialista Unido de Venezuela, con los secretarios generales del Gran Polo Patriótico –la coalición de partidos oficialistas- y con los Consejos Presidenciales del Poder Popular. Pero estos movimientos parecen lentos, son burocráticos. Henrique Capriles, uno de los principales líderes de la oposición, ha dicho que pareciera que en el Palacio de Miraflores “no se ha entendido lo que pasó el domingo”.

Derrota aplastante

Desde el chavismo personajes como Freddy Bernal, uno de los candidatos derrotados en las parlamentarias, ha comentado que el pueblo venezolano ha dado una lección a la dirigencia de Psuv. “Aprendamos para rectificar”. Bernal ha hecho un llamado a la humildad del liderazgo chavista, a dejar atrás la arrogancia y a escuchar a la gente. Miguel Ángel Pérez Pirela, excandidato a la alcaldía de Maracaibo por el chavismo, también se ha atrevido a hacer crítica, esta vez en Venezolana de Televisión: "Fue una derrota aplastante y así hay que decirlo".



Pérez Pirela ha pedido la renuncia de la clase dirigente del partido oficial en el estado Zulia, donde la MUD ha arrasado con 13 de los 15 escaños en juego.



El chavismo ha conocido la derrota en lugares donde nunca había perdido. En Caracas, por ejemplo, la MUD se ha impuesto en todas las circunscripciones. En el estado Barinas, tierra natal de Hugo Chávez, también la oposición ha sido mayoría.

Los errores de la revolución



En Aporrea.org, sitio web que alberga la opinión de chavistas de distintas tendencias, las críticas han abundado. “Está en peligro el legado de Hugo Chávez Frías”, ha escrito Teófilo Santaella, uno de los columnistas. Otro ha expresado que la “revolución ha cometido muchos errores y ha caído en muchas contradicciones”. Incluso hay quien le ha pedido la renuncia a Maduro, no sin antes destituir, uno a uno, a sus ministros.

Gonzalo Gómez, fundador de Marea Socialista, corriente disidente del Psuv, ha escrito que no hay “revisión, rectificación y reimpulso” donde la autocrítica está “llena de excusas”. Por eso ha pedido un “balance descarnado” dentro de las filas del chavismo. “Necesitamos renovar y levantar la referencia política y moral capaz de corregir y reimpulsar la revolución”.

Mientras tanto, en Caracas la gente sigue haciendo largas filas para comprar alimentos, la queja común es que el dinero no alcanza para comprar lo básico. La crisis económica hace estragos en el bolsillo de las personas que esperan soluciones rápidas, que han soportado un año terrible. Y desde el poder parecen no haber captado el mensaje, a pesar del grito que ha salido de las urnas.

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