"Nos hemos dado un tiempo." Una frase temida y cargada de esperanza a partes iguales que tantas veces hemos escuchado en primera o tercera persona. Sin duda, uno de los grandes clásicos en lo referente a relaciones sentimentales. Sin embargo, no está demostrada su eficacia, ni mucho es la "panacea" para salvar cualquier relación sentimental.
La psicóloga Silvia Llop, especializada en relaciones sentimentales y conocida socialmente como la "psicóloga del amor", lo tiene muy claro y así lo ha hecho saber a través de una entrevista en un programa radiofónico: la mayoría de las veces, pedir un tiempo es solo una forma encubierta de decirte que ya no están enamorados.
Por supuesto que duele, pero saberlo puede evitarte meses (o años) de desgaste emocional. Llop no se anda con rodeos: "En la mayor parte de los casos, darse un tiempo es un eufemismo. Lo que realmente quieren decir es 'quiero dejarte' o 'quiero acostarme con otra persona y luego ya veré qué hago'."
Duro, sí. Pero necesario. Porque cuando alguien te pide espacio, lo que está haciendo en realidad es descargar sobre ti la culpa del problema, como si fueras tú el obstáculo en su búsqueda de claridad emocional. Te están diciendo: "me siento mal… y sospecho que es por ti, así que voy a quitarte de mi vida a ver si me siento mejor."
¿El resultado? Inseguridad, ansiedad y dudas infinitas. ¿Volverá? ¿Cuánto tiempo es un tiempo? ¿Qué hice mal? La psicóloga del amor confirma lo que muchos temen: pocas veces un "tiempo" se traduce en una reconciliación sana y duradera. Y si vuelve, muchas veces regresa la inseguridad.
Un 'tiempo para pensar'
Una de las frases más impactantes de la psicóloga Silvia Llop es: "Si quieres una relación, deja de ocupar tu tiempo en historias de medio revolcón." Muchas personas quieren una pareja estable, pero invierten su tiempo y energía en personas que ya han dicho claramente que no buscan lo mismo.
Es aquí cuando ocurre algo mucho más frecuente de lo que se puede pensar: pensamos que vamos a ser la excepción, alegando que "ya se enamorará de mí cuando me conozca mejor."
Pero eso es una receta perfecta para el desgaste emocional. Te estás sentando a esperar en una estación donde nunca va a pasar tu tren. Silvia insiste: si desde el principio alguien te dice que no quiere una relación, escúchalo. No lo justifiques. No lo cambies. Ahorra energía para quien sí quiera lo mismo que tú.
La teoría de la silla en el amor
Llop propone una metáfora brillante para entender por qué a veces no encontramos una pareja compatible: la teoría de la silla. "Tu disponibilidad emocional es como una silla. Si estás pensando en tu ex, tonteando con alguien que no quiere nada serio o enganchada a una historia sin futuro… esa persona está sentada en tu silla. Y mientras alguien esté ahí, no hay sitio para nadie más."
Es decir, si tu mente y tu corazón están ocupados por relaciones vacías o heridas del pasado, no estás dejando espacio para que llegue alguien que de verdad te aporte lo que buscas. Y esto no es algo abstracto: puedes mirarlo en tu propia historia. ¿Cuándo conociste a tu última pareja? ¿Estabas emocionalmente libre… o con la silla ocupada?
Del mismo modo, la psicóloga nos alerta de otro fenómeno muy común en las relaciones, especialmente al principio. Se trata del conocido como "atracón de química". Ese subidón de emociones intensas al principio, cuando conocemos a alguien nuevo y de repente pensamos que es el amor de nuestra vida.
Sin embargo, muchas veces es solo un cóctel hormonal y una idealización acelerada. Has cogido cuatro cualidades que te gustan y has construido una historia de película en tu cabeza. "Ese subidón químico se va tan rápido como llega. Y cuando se disipa, te enfrentas a la verdad: no conoces realmente a esa persona. Y, en muchos casos, descubres que ni siquiera te gustaba tanto."