Las especias han desempeñado un papel fundamental en la gastronomía humana a lo largo de la historia, no solo por su capacidad para realzar el sabor, aroma y color de los alimentos, sino también por su contribución a la conservación de los mismos y sus reconocidos beneficios para la salud.
La integración de diversas especias en la dieta diaria puede tener grandes beneficios para nuestra salud, especialmente por sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y antioxidantes, y, por ende, su capacidad de prevenir diferentes enfermedades y mantener una buena salud.
Sin embargo, estos pequeños tesoros nutricionales también tienen letra pequeña, aunque no siempre se hable de ello. Las especias pueden también tener interacciones significativas con ciertos fármacos, indica la farmacéutica Elena Monje, lo que exige precaución en su consumo cuando se está bajo tratamiento médico.
Los medicamentos y las especias
En España las especias no pueden faltar en ninguna cocina. La pimienta, el azafrán, el comino, anís, clavo, canela, jengibre o cúrcuma son algunas de las más famosas. No es de extrañar, puesto que muchas de ellas tienen una gran capacidad culinaria, así como un perfil nutricional excelente que puede llegar a ser mejor cuando se combinan entre ellos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que a pesar de las propiedades nutritivas con las que cuentan, en grandes cantidades pueden llegar a resultar tóxicas e, incluso, interaccionar con algunos medicamentos muy habituales en España. Según la farmacéutica, la canela puede tener efectos adversos con medicamentos empleados para reducir los niveles de colesterol en sangre, la cúrcuma con anticoagulantes o antiplaquetarios y el jengibre con antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como el ibuprofeno o el diclofenaco.
En primer lugar, la experta habla sobre la canela. Esta especia, comúnmente utilizada tanto en repostería como en infusiones, puede tener efectos adversos en personas que estén tomando estatinas.
Las estatinas son un grupo de medicamentos empleados para reducir los niveles de colesterol, y dentro de esta categoría se encuentran fármacos como la atorvastatina, simvastatina, pravastatina, lovastatina y fluvastatina.
El consumo excesivo de canela en combinación con estos medicamentos puede incrementar el riesgo de desarrollar hepatitis. Esta afección se caracteriza por la inflamación del hígado, lo que puede derivar en síntomas como fatiga, dolor abdominal o ictericia. Por ello, quienes estén en tratamiento con estatinas deben ser cautelosos con la ingesta excesiva de esta especia.
En segundo lugar, otra especia que puede provocar interacciones farmacológicas es la cúrcuma. Este ingrediente, ampliamente reconocido por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, se emplea tanto en la gastronomía como en suplementos dietéticos. No obstante, puede interferir con medicamentos anticoagulantes o antiplaquetarios.
Dichos fármacos, utilizados para prevenir la formación de coágulos sanguíneos, incluyen opciones como la warfarina, la heparina y el ácido acetilsalicílico. La interacción de la cúrcuma con estos medicamentos puede potenciar sus efectos, aumentando así el riesgo de sangrados espontáneos o de difícil control.
Por este motivo, quienes sigan un tratamiento con anticoagulantes o antiplaquetarios deberían moderar o evitar el consumo excesivo de cúrcuma, especialmente en forma de suplementos concentrados.
En último lugar, el jengibre, conocido por sus propiedades digestivas y antiinflamatorias, es otra especia que puede interactuar con ciertos fármacos. En particular, el jengibre puede interferir con antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como el ibuprofeno o el diclofenaco.
Esta combinación puede incrementar el riesgo de sufrir hemorragias digestivas, ya que tanto el jengibre como estos fármacos pueden irritar la mucosa gástrica y dificultar la coagulación sanguínea. Por tanto, las personas que estén en tratamiento con AINEs deberían controlar el consumo de jengibre para minimizar este riesgo.
Por todos estos motivos, las personas que sigan tratamientos médicos, especialmente con estatinas, anticoagulantes o antiinflamatorios, deberían consultar con su profesional de salud antes de incorporar grandes cantidades de canela, cúrcuma o jengibre en su dieta. Esta precaución es clave para prevenir efectos adversos y garantizar la seguridad en el tratamiento.
