Si nunca has escuchado este término de "Síndrome de la vagina deprimida" puede que te hayas quedado a cuadros al leerlo, pero la realidad es que el síndrome de la vagina deprimida, también denominado vulvodinia, existe y evidencia de ello es que entre 200 mil y 6.000 millones de mujeres en todo el mundo lo padecen al año.

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Un síndrome real que al aparecer, muchas mujeres llegan a relacionar con una infección de orina o con una simple irritación, lejos de acercarse a lo que de verdad está ocurriendo en la zona vaginal. Este dolor crónico que algunas mujeres han llegado a comparar con el del propio parto sin epidural, normalmente, aparece de la nada, sin una causa aparente y pudiendo llegar a durar desde días a meses. Te hablamos de sus síntomas y tratamiento.

¿Qué es el síndrome de la vagina deprimida?

El síndrome de la vagina deprimida o vulvodinia es una molestia o dolor crónico que normalmente se ubica en la zona que rodea a la apertura de la vagina (vulva) y que a pesar de no tener una causa identificable, puede llegar a durar varios meses.

Normalmente, este tipo de síndrome genera un dolor agudo en el bajo vientre que puede llegar a volverse incluso crónico si no se trata. Sus síntomas habituales van desde la irritación en la vagina hasta el ardor o el dolor, pudiendo estos llegar a causar tanta molestia que simplemente el hecho de sentarse durante períodos largos o tener sexo puede llegar a parecer impensable para la persona que lo sufre.

A pesar de que todavía hoy los expertos desconocen la causa de este problema, lo que sí se cree es que suele estar relacionado a nivel psicológico con las relaciones sexuales (bien por traumas, problemas en las relaciones sexuales, miedos…). Sentimientos que hacen que la vagina reacciones de esta forma impidiendo el placer o simplemente disfrutar del sexo.

¿Cómo se trata el síndrome de la vagina deprimida?

Si crees que puedes padecer este síndrome, lo que te recomendamos es que dejes a un lado la vergüenza de hablar de este tema y acudas a un ginecólogo para que pueda realizarte las pruebas necesarias, hacer el diagnóstico y encontrar el tratamiento más efectivo para tu caso. 

Actualmente existen varias opciones de tratamiento disponibles para reducir las molestias de la vulvodinia. Una de ellas, al igual que puede suceder con una depresión normal, aboga por la utilización de antidepresivos, ya que de hecho se ha podido comprobar que en algunas pacientes se experimenta una mejora con este tipo de tratamiento.

Otro punto importante es que aunque sus síntomas pueden asociarse a menudo con la candidiasis vaginal, lo mejor es que evites utilizar reiteradamente los tratamientos de venta libre sin consultar al médico, sobre todo para evitar los efectos adversos del abuso de este tipo de tratamientos antifúngicos.