En la actualidad, la decisión de ser madre se ha ido retrasando por diferentes motivos, económicos, profesionales, sociales e incluso de salud. En España, el 30% de las mujeres tiene su primer hijo a los 35 años, una edad en la que la fertilidad de la mujer empieza a disminuir; proceso que se acelera a partir de los 35.

La edad cronológica, el momento vital idóneo, y la edad biológica, el momento en que los óvulos son de mejor calidad, no siempre coinciden. La fecundidad mensual de la mujer se reduce del 8 al 3% entre los 35 y los 38 años y el porcentaje de mujeres estériles a partir de los 40 puede superar el 50%.

Este cambio en la planificación familiar, junto con otros factores menos frecuentes, hace que una de cada cinco parejas en edad fértil recurra a tratamientos de reproducción asistida.

Afortunadamente, disponemos de técnicas que nos permiten preservar la maternidad y que la mujer decida el momento más adecuado para ser madre.

La reserva ovárica

La reserva ovárica es la cantidad de óvulos que tienen los ovarios en un momento determinado. Con el paso de los años disminuye y empeora la calidad de los óvulos, aunque existen otras causas, como cirugías de ovario, tratamientos oncológicos, endometriosis, antecedentes familiares o menopausia precoz.

Si una mujer se plantea ser madre más allá de los 30, es importante conocerla y tomar decisiones en función de sus planes de futuro, ya que, si se plantea ser madre más allá de los 35, es conveniente preservar su fertilidad y plantearse la vitrificación de óvulos.

Conocer la reserva ovárica es clave para una buena planificación, si no tienes clara una maternidad temprana.

¿Cómo es la reserva ovárica?

La cantidad y la calidad de los óvulos se puede medir mediante dos pruebas:

Análisis de sangre. Permite determinar el nivel de hormona antimülleriana, que es un indicador muy fiable para conocer el número de óvulos. Se puede realizar en cualquier momento del día y del ciclo menstrual.

Ecografía. Permite hacer un recuento de los folículos antrales. Este valor proporciona información indirecta sobre la reserva ovárica. Cuantos más folículos haya, mejor. Debe efectuarse en la primera fase del ciclo menstrual.

*La doctora Rebeca Begueria es ginecóloga especialista en Reproducción Asistida en la Unidad de Reproducción Asistida Teknon.

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