Depende de cada caso y de cada paciente existen dos tipos de revisiones que es necesario no demorar; en concreto las de cáncer de mama y las de cáncer de cérvix. En el caso del cáncer de mama es necesario recalcar que este tipo de tumores afecta a una de cada ocho mujeres. Por tanto, es importante no retrasar por nada del mundo el cribado de dicha patología, principalmente en mujeres con edades comprendidas entre los 50 y 75 años.  

Además, en los casos en que se sospeche de una predisposición familiar a sufrir cáncer de mama es más importante no esperar demasiado a las revisiones, sobre todo en las pacientes que tengan antecedentes familiares por línea materna y prestando especial atención a las mujeres que hayan tenido hermanas en edad joven con cáncer de mama y madres o abuelas maternas con cáncer de mama. Estas pacientes deben seguir una especial atención a sus citas con el ginecólogo o el oncólogo, según en que fasen se encuentren. 

Cáncer de cérvix

En segundo lugar, el cribado de cáncer de cérvix, con la realización de citologías periódicas, ha demostrado que permite un diagnóstico precoz del cáncer de cuello uterino en mujeres entre los 25-65 años.  

Hay que tener en cuenta, además, la edad de la paciente para ver la urgencia de las revisiones puesto que muchos tipos de cáncer aumentan su frecuencia con la edad. En la esfera ginecológica, los más habituales que están por encima de los 65 años son el cáncer de mama, el de endometrio, el de ovario y el de vulva. 

En el resto de casos, habrá que individualizarlos, conociendo los factores de riesgo de la paciente para saber si la revisión ginecológica es demorable, consensuándolo siempre con su ginecólogo. 

De todos modos, los centros de Quirónsalud poseen la certificación Applus + como centros con Protocolo seguro frente al Covid 19, un distintivo que reconoce que se trata de espacios protegidos y saludables tanto para su personal como para los pacientes. Para conseguir este certificado se han analizado las medidas de seguridad, higiénicas, técnicas de distanciamiento social, organizativas, de seguimiento del personal y de control de acceso y estado físico de pacientes y familiares.

*Silvia Marín es ginecóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.