El 2025 ha sido muy complicado para la Familia Real Noruega, especialmente por la detención de Marius Borg, hijastro del príncipe Haakon. También por la salud de su madre, la princesa heredera, que termina el año anunciando una noticia médica muy preocupante. Mette-Marit padece fibrosis pulmonar y la evolución de la enfermedad va a peor, por lo que los médicos ya consideran someterla a un trasplante.
En los últimos meses, la nuera del rey Harald y futura reina consorte ha tenido que estar de baja médica en varias ocasiones. Ahora, la Casa de Glücksburg ha emitido un comunicado que revela con claridad cómo está la situación y los próximos pasos a seguir.
Publicado en su web oficial dice así: "A Su Alteza Real la Princesa Heredera se le diagnosticó fibrosis pulmonar en 2018. Esta enfermedad causa cicatrices en los pulmones, lo que conlleva una reducción de la absorción de oxígeno. Este otoño, se le realizaron varias pruebas que muestran una clara evolución negativa en la salud de la Princesa Heredera. Por lo tanto, los médicos del Rikshospitalet han iniciado los preparativos para evaluar su posibilidad de un trasplante de pulmón".
El comunicado de la Casa Real.
Are Martin Holm, jefe de departamento y profesor del Departamento de Neumología del Rikshospitalet, especialista en medicina interna y neumología, ha declarado en ese mismo texto: "Nos acercamos al momento de realizar un trasplante de pulmón y estamos realizando los preparativos necesarios para que sea posible cuando llegue ese momento. Aún no se ha decidido la fecha en la que la Princesa Heredera entrará en lista de espera".
A continuación ha explicado el por qué de los graves síntomas que ha venido sufriendo y que en alguna ocasión le ha provocado un desmayo y una fatiga tal que le ha impedido cumplir con algunas de sus obligaciones institucionales. Aun así, no se retirará de la vida pública.
"Necesita cada vez más entrenamiento adaptado, descanso y recuperación, pero al mismo tiempo tiene un fuerte deseo de seguir trabajando. El programa de la Princesa Heredera se adaptará para que su estado de salud y su función oficial se puedan compaginar de la mejor manera posible"; explica.
La noticia, por supuesto, ha generado cierta preocupación porque una intervención de este tipo siempre es delicada. Tiene una alta tasa de éxito a corto plazo, pero disminuye la supervivencia a largo y requiere cuidados muy estrictos de por vida. Todavía es pronto para aventurarse, porque tienen que hacerle todas las pruebas, pero Mette-Marit está tranquila y rodeada de toda su familia.
De hecho, ha concedido una entrevista en su país, junto a su marido, donde ha reconocido que ha sido "un largo proceso mental para mí llegar hasta aquí. Siempre he tenido la esperanza de que pudiéramos controlar la enfermedad con medicación, y la evolución ha sido bastante lenta hasta ahora”. Por eso, los médicos han aconsejado esta vía.
En palacio todos están angustiados. “Solo pensar en la idea de que este es el siguiente paso es bastante exigente”, ha dicho Haakon, aunque ella trata de mantener la serenidad.
