Elena Pérez
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Ocho años después de abandonar los platós para convertirse en duquesa de Sussex, Meghan Markle regresa a su primer amor: la interpretación. Según ha publicado The Sun este jueves, 6 de noviembre, la exactriz conocida por Suits rueda en Pasadena (California), una película de los estudios MGM titulada Close Personal Friends, donde compartirá cartel con Lily Collins, Jack Quaid y Brie Larson.

El filme, centrado en dos parejas —una famosa y otra anónima—, marcará su regreso oficial al cine. "Es un momento muy importante para ella y significa su regreso a lo que realmente le apasiona. Ha recibido muchísimas ofertas, pero esta le pareció la adecuada; es la manera que tiene de volver poco a poco al agua y ver si disfruta de estar de vuelta", asegura una fuente citada por el diario británico.

"Todos los implicados están muy entusiasmados y han jurado guardar el secreto sobre su participación. El príncipe Enrique, por supuesto, la apoya muchísimo y simplemente quiere que haga lo que la haga feliz", añade sobre una noticia que ha generado expectación tanto en Hollywood como en Reino Unido, donde su figura sigue despertando fascinación y controversia a partes iguales.

Desde que en 2017 anunciara su retirada para casarse con el hijo menor de Carlos III, Markle había mantenido una relación intermitente con la industria audiovisual, centrada en la producción de contenidos a través de Archewell, la fundación y productora que dirige junto a su marido. Pero esta vez el regreso es distinto: vuelve a ponerse frente a la cámara.

Meghan Markle y el príncipe Harry, en una imagen de archivo. Gtres

De los cameos a Suits

Antes de convertirse en duquesa, la estadounidense era una actriz de televisión con una carrera discreta pero constante. Nacida en Los Ángeles en 1981, debutó en el set en 1995 con una breve aparición en Married… with Children, la comedia en la que entonces trabajaba su padre.

A partir de ahí, su trayectoria fue un catálogo de pequeñas intervenciones en títulos como Hospital General, CSI: NY, Without a Trace, Fringe, Castle o 90210. Durante años, Markle fue una de esas presencias fugaces en las que el espectador no repara hasta ver su nombre en los créditos.

Su salto llegó en 2011 con Suits, la serie legal de la cadena USA Network. En el papel de Rachel Zane, una asistente legal en la que encontró el personaje que la catapultó a la fama internacional. Durante siete temporadas y más de 100 episodios, construyó una figura femenina más que reconocible y fue precisamente en el rodaje donde conoció a muchos de los amigos que hoy conserva.

Rachel Zane era el interés romántico del protagonista de la serie, Mike Ross. Archivo

En noviembre de 2017, pocos días después de anunciar su compromiso con el príncipe Enrique, confirmó su 'adiós' a la actuación. "No lo veo como renunciar a nada. Simplemente lo veo como un cambio. Es un nuevo capítulo", declaró entonces, asegurando sentirse "muy orgullosa del trabajo que hice". La boda real de 2018 selló oficialmente esa transición de artista a duquesa.

Tras anunciar la decisión de los duques de Sussex de apartarse de sus funciones, la pareja se instaló en California. Ese mismo año, Meghan Markle volvió a prestar su voz al documental Elephant para Disney; en 2022, el matrimonio lanzó el suyo propio, bajo el título Harry & Meghan.

La producción de seis episodios realiza un recorrido a través de las diferentes etapas de su relación, desde los inicios de su noviazgo en secreto hasta el anuncio de su compromiso, su marcha a Estados Unidos para alejarse de la Familia Real y su nueva vida como padres de Archie de Sussex.

Su regreso al cine

Según asegura The Sun, Close Personal Friends será el nuevo proyecto de la estadounidense y, mientras los rumores se multiplican sobre si este marcará el comienzo de una nueva etapa profesional, lo cierto es que Meghan Markle siempre ha sabido reinventarse, de actriz a miembro de la realeza, de productora ejecutiva a activista por distintas causas sociales.

Meghan Markle, en junio de 2022. Gtres

Ahora, a los 44 años, parece que la duquesa de Sussex volverá a Hollywood no para ser otra persona, sino para ser ella misma. En tiempos en los que la autenticidad se cotiza alto, quizá esta sea su interpretación más difícil… y también la más sincera.