El gran momento de la futura reina de los Países Bajos ha llegado. La princesa Amalia debuta en un banquete de gala especial, ya que tiene como invitados a los Reyes de España, un país con el que tiene una relación muy estrecha.
De hecho, Amalia ha estado viviendo en Madrid un largo tiempo huyendo de las amenazas de la mafia y estudiando de manera online. Cabe recordar que la joven tuvo que abandonar la universidad por motivos de seguridad. En la capital española ha encontrado refugio, anonimato y algo de paz.
Su padre así lo ha desvelado en su discurso, dando las gracias además a Felipe VI: "El año pasado las circunstancias la obligaron a nuestra hija mayor, la Princesa de Orange, a vivir en Madrid. Desde allí pudo continuar sus estudios. Esto fue posible gracias a los amables esfuerzos de muchos de sus compatriotas y de usted mismo. Un conmovedor ejemplo de amistad en un momento difícil. Me gustaría agradecerle a usted y a todos los que ayudaron a organizar esto".
Ahora, el Palacio Real de Ámsterdam sirve de escenario para este importante acontecimiento, en el que la hija mayor de Máxima y Guillermo de Holanda tiene un gran protagonismo. Debía lucir un look de gala a la altura y así ha sido, dejando a todos gratamente sorprendidos.
Unas horas antes de la cena, la heredera al trono llegaba al Palacio Real, cargada con una maleta, para prepararse para el evento. Vestida de manera informal, con vaqueros y un abrigo blanco saludaba a la prensa allí congregada, muy sonriente. Poco después descubríamos el outfit elegido en la foto de familia que se ha tomado para el recuerdo.
La foto de familia tomada antes de la cena.
La gran expectación que había en torno a la Princesa ha quedado satisfecha al verla más guapa que nunca con un vestido en azul marino, con capa de gasa transparente de Marchesa. La tiara elegida para la ocasión ha sido la diadema Pavo Real de rubíes que ya lució anteriormente en la boda del príncipe Hussein de Jordania. ¡Se ha convertido en una de sus preferidas! También llevaba los pendientes, pulsera y el collar del conjunto. Es la primera vez que luce el parure al completo: la ocasión era perfecta para ello.
Colocada en la parte de atrás para la imagen que escenifica el banquete de gala, en la que están presentes Felipe VI, Letizia, Guillermo y Máxima, y las princesas Beatriz y Margarita, Amalia parecía segura de sí misma. Ha sorprendido el escote de su vestido, elegante en uve, que le aportaba un aire sofisticado. A sus 20 años, su papel en la Corona va cobrando relevancia y su imagen pública gana en aplomo.
Amalia lucía pendientes y collar de rubíes.
Sobre el vestido, la heredera lucía una banda en amarillo y blanco en la que llevaba prendida la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, que el Rey de España le concedió recientemente y que supone su primera gran distinción extranjera.
Maquillaje suave y un moño bajo muy elaborado y elegante eran la guinda del look debut de la futura reina de los Países Bajos.