Imagina dejar a tu hijo en un lugar donde se sienta como en casa, donde juegue, aprenda y reciba cariño mientras tú trabajas tranquilo. Esa es la idea detrás de las madres de día, una figura muy común en Europa que poco a poco está ganando espacio en muchas familias de España.
Se trata de mujeres que cuidan y educan a niños pequeños en su propio hogar, ofreciendo una atención más cercana, flexible y familiar que la de una guardería.
"No somos autónomas, me pago la Seguridad Social y me la pago como trabajadora y como empresaria", cuenta una de estas mujeres, que es educadora infantil y decidió montar su propio proyecto.
Según detalla en una entrevista con Talent Match, ella ha preparado su casa para recibir a los niños y pasar con ellos el día mientras sus padres trabajan.
Sus rutinas suelen comenzar temprano: los niños llegan por la mañana, desayunan, hacen actividades, juegan, comen y descansan antes de que los recojan. Todo en un ambiente tranquilo, sin el ruido ni las prisas que a veces hay en una guardería.
Sin embargo, el sueldo de una madre de día depende del número de niños y de las horas que pasan con ella.
"En Europa es lo que se estila, no hay guarderías, hay madres de día y se puede estilar más o menos entre 300, 400, 500, depende de las horas que hagan los niños, pero mi nómina es 1.200 euros", comenta con sinceridad.
No obstante, aunque el salario puede parecer bueno, muchas veces tienen que cubrir muchos gastos, que todos los meses son variables: comida, material, seguros y la Seguridad Social.
A pesar de todo, quienes se dedican a esto dicen que el trabajo compensa. Además, las familias también valoran mucho este tipo de cuidado, porque sus hijos están en un sitio acogedor, con atención personalizada y un trato mucho más cercano.
Así, cada vez son más las parejas que ven en las madres de día una buena opción para conciliar el trabajo y la familia.
Un modelo que ofrece confianza y cariño, y que poco a poco se está convirtiendo en una alternativa real a las escuelas infantiles.
