Ella es una de esas actrices que está tan presente en la filmografía española que es difícil que alguien no la conozca. Ha formado parte del elenco de películas como Historias del Kronen, Cerdita, Días de fútbol, Julieta y ahora Todos los lados de la cama, su último estreno.
Pilar Castro, a sus 55 años, tiene una larga carrera en cine, televisión y teatro, con una nominación a los Goya en 2009 y galardones como el Premio de la Unión de Actores por Gordos o la Biznaga de Plata por el cortometraje Test.
En cines a partir del 14 de noviembre, su último trabajo es la continuación de un taquillazo de 2002, El otro lado de la cama, y comparte protagonismo con Ernesto Alterio, Sergio Abelaira, Leire Aguilar y Lucía Caraballo, que interpreta a su hija.
“Trabajar con ella es un privilegio, es una de las mejores compañeras que he tenido y una actriz extraordinaria. Hay una conexión, una escucha, tiene muchísima verdad”, confiesa.
Aunque lleva dos décadas en la profesión, reconoce que es un trabajo inestable, lleno de miedo e incertidumbre. "Es un gran aprendizaje y una lucha. Fue muy difícil empezar, y siempre está el fantasma de ‘no voy a volver a trabajar’”, confiesa con sinceridad. Y no son palabras vanas...
Lo ha vivido en algunas ocasiones. De hecho, como la propia Pilar confiesa, tras ser convocada para esta cinta que se rodó hace un año atraviesa una época de parón. “Me siento agradecidísima, me hace mucha ilusión. Pero yo siempre digo que el mejor premio es un buen contrato”, empieza diciendo.
“Nuestra profesión es muy intermitente. Parece que trabajo mucho, que en cierto modo es verdad. Pero tanto Todos los lados de la cama como Furia (la serie de HBO que estrenó hace poco), los grabé el año pasado. Llevo más de 12 meses sin trabajar. Lo de no tener un sueldo fijo es duro”, confiesa.
Y aun así, Pilar ama lo que hace. Ha llovido mucho desde que empezó siendo una niña bailando en el mítico programa Aplauso de TVE. Luego vinieron las pruebas y la búsqueda de una oportunidad.
Y recuerda la actriz, que empezó también muy pequeña bailando en el mítico programa
Aplauso de TVE, que para ella fue muy difícil encontrar su lugar en la profesión. “Me
costó mucho. Nadie me ayudó nunca, iba ‘cagada’ a los castings, siempre pensaba que lo
iba a hacer mal".
Pero logró su sueño y ahora, con una generosidad destacable, anima a los jóvenes, consciente de lo difícil de la interpretación. "Creo que si algo se me da bien, debo ofrecérselo al compañero que tenga enfrente, en este caso a Lucía. Yo ya no necesito ningún protagonismo en mi vida como actriz. No lo quiero”.
Con esta lección de una actriz que aún tiene mucho recorrido nos quedamos. Tras protagonizar Los dos lados de la cama y a la espera de que la taquilla responda, Pilar Castro espera nuevos proyectos para seguir su camino.
