"Yo creo que Concha es un ejemplo para muchas mujeres de nuestro país. Fue una pionera en muchas cosas. Fue una gran profesional y, sobre todo, una mujer con mucha vida, con mucha ilusión". Estas palabras de la ministra de Defensa Margarita Robles en la capilla ardiente de Concha Velasco, fallecida el sábado 2 de diciembre a los 84 años, resumen casi a la perfección lo que ha supuesto la figura de la actriz. Luchadora, carismática, valiente y sin pelos en la lengua: esta vallisoletana de mirada penetrante y sonrisa contagiosa rompió muchos moldes, tanto en su juventud, como en su madurez.

Nunca le gustaron las etiquetas, tampoco que le colocaran el cartel de icono feminista. Siempre fue dueña de su destino, no sucumbió a presiones ni ataduras y gobernó su vida y su carrera como quiso (y como pudo).

Sus palabras en una entrevista concedida a Lorena Maldonado para EL ESPAÑOL son claras: "En mi profesión, antiguamente, ser actriz era ser deleznable, no merecían ni siquiera que se las enterrase en lugar sagrado, y hasta eran los hombres los que interpretaban a las mujeres. Pero desde que yo he empezado a trabajar en esta profesión, no he tenido ningún obstáculo, todo lo contrario. Ningún problema: ni social, ni político. No, mire, no: nunca he cobrado menos por ser mujer. Empecé muy jovencita y siempre he cobrado más que los hombres. No tengo la necesidad de ser feminista". 

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La actriz, en los años 60. Getty

Empezó a trabajar a los 15 años y fue musa de toda una generación protagonizando películas naíf como Las chicas de la Cruz Roja o Historias de la televisión. En su currículum de la época no faltan papeles reivindicativos como el de la obra de teatro Los derechos de la mujer(1962), donde interpretaba a una abogada criminalista que se negaba a dejar su exitoso trabajo para ser esposa y ama de casa. Toda una revolución. Como muchas de las intérpretes de su época se sumó al destape en el cine como una manera de reivindicar el derecho femenino a mostrar su cuerpo y a empoderarse. En 1973 protagonizó No encontré rosas para mi madre, que sufrió la censura franquista por su alto contenido erótico.

Ella misma lo recordaba hace unos años en un programa de televisión: "Me habían dicho que tenía que salir de espaldas y desnuda. Yo dije que 'muy bien' y me puse esparadrapos en la parte de delante. Cuando llegó el actor, que era un actor de porno, y me vio toda la parte delantera llena de esparadrapos, le dio un ataque de risa". También fue portada en dos ocasiones de la mítica y ya desparecida revista Interviú.

Pese a no renegar de nada de lo que hizo en su carrera, Concha acabaría reconociendo que se había utilizado a las mujeres. "Ahora ya no me denudaría. Ya no tengo edad. Cuando lo hice, me pareció bien. Nadie me puso una pistola para que lo hiciera. Aunque creo que se abusó de nosotras. Hubo un momento, con el destape, en que parecía que nos iban a desnudar a todas", dijo en 2011. Aunque el tema del acoso en el cine estuvo silenciado durante décadas, la vallisoletana también lo sufrió pero en silencio como marcaba la época. Así lo relataba en 2020: "Los dos hombres que me han acosado en esta vida están muertos y de los muertos no se habla. Uno de ellos era muy famoso y, para huir de él, me tuve que tirar por un balcón en una película". 

Concha Velasco con sus hijos y Paco Marsó. Getty

La actriz siempre se consideró una mujer libre, que rompió con muchos tabúes especialmente en su vida sentimental. Tuvo varios amores prohibidos con hombres casados, como Fernando Arribas, padre de su hijo mayor. Fue madre soltera en la década de los 70 y, pese a ser un estigma en aquellos años, se puso el mundo por montera y lo vivió con naturalidad y llevando la cabeza bien alta. "Fue duro ser madre soltera. Recuerdo que estaba rodando una película y me desmayaba mucho y no lo sabía nadie", afirmaba luego.

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Paco Marsó fue el hombre de su vida, el que más le hizo sufrir y también al que más quiso. Con él rompió otro tabú, el de la edad, ya que ella era nueve años mayor que él. Luchó con uñas y dientes por que esta relación saliera adelante, aguantó infidelidades y acabó en la ruina debido a la mala gestión de las producciones teatrales que emprendieron juntos; lo perdió todo, ella que era una estrella que no paraba de trabajar. Paco fue su talón de Aquiles, por él estuvo a punto de quitarse la vida al escucharle decir en una entrevista que jamás la había querido: mezcló alcohol con pastillas intentando olvidar el dolor. Por suerte, todo quedó en un susto.

La actriz, en una imagen de 2020. Getty

Otra de las grandes reivindicaciones de Conchita Velasco fue rebelarse contra la dictadura de la eterna juventud. Supo aceptar el paso del tiempo con normalidad, sin necesidad de pasar por mil y un tratamientos estéticos y lo cierto es que siempre hubo papeles para ella. Estuvo activa hasta 2021, llenando los teatros con sus magistrales interpretaciones y apareciendo en series tan exitosas como Las chicas del cable, donde fue ejemplo e inspiración para jóvenes actrices como Blanca Suárez o Nadia de Santiago. "En este país no sabemos envejecer. Soy mayor y estoy encantada de serlo", confesaba al tiempo que reconocía que asumir el paso del tiempo no era fácil. Ella lo asumió y lo llevó con señorío.