Geeta Gandhi Kingdon (1963, India) es asesora habitual del Banco Mundial, de la UE, de Reino Unido y de los gobiernos central y estatales de la India en materia de educación. En 2013 fue nombrada Dra. Honoris Causa por la Universidad de Kingston de Londres por su "destacada contribución a la educación y al desarrollo".

Ha desarrollado gran parte de su vida profesional en Inglaterra. Continúa como profesora a tiempo parcial en el Instituto de Educación del University College London donde dirigió la cátedra de Educación y Desarrollo Internacional. Antes, trabajó en el Departamento de Economía de la Universidad de Oxford.

Hace 12 años volvió a su ciudad natal, Lucknow, capital del estado de Uttar Pradesh en la India, para presidir el CMS (City Montessori School). De sus 59.000 alumnos, el 56% son niños y el 44% niñas. Sus padres fundaron el colegio en 1959. Son personas excepcionales que han dedicado su vida al servicio de la comunidad.

Geeta Gandhi Kingdon

El CMS es el único centro escolar que ha recibido el Premio Educación para la Paz de la UNESCO. Preguntamos a Geeta Gandhi por el funcionamiento de este singular colegio, que también destaca por su alto nivel académico. A pesar de las diferencias, sus respuestas podrían ayudar a combatir el elevado fracaso escolar de España.

Cuando sus padres fundaron el CMS (City Montessori School), empezaron con 5 alumnos. Ahora son 59.000. ¿Cómo ha crecido tanto y cómo se organiza?

La razón del crecimiento es nuestra honestidad para con los niños. Trabajamos para asegurarnos de que el niño aprenda. Hay 21 campus diferentes en zonas muy distintas de Lucknow, desde pequeños comercios con población musulmana sin demasiada tradición escolar a otras cuya población tiene más educación. Esto es muy interesante.

Hay niños de 3 a 18 años. ¿Cuántas etapas diferentes tiene?

4 etapas: Infantil, primaria, escuela media o junior, y senior.

¿Sigue el colegio el método Montessori?

Mi madre tenía un máster en pedagogía. Impresionada por el método Montessori, se formó en él. Pero, cuando fundó el colegio con mi padre, no tenía medios para traer profesores cualificados. Así que mantuvo el concepto y, junto al colegio, fundó una escuela de formación de profesores. Sabía que era fundamental.

¿Usted estudió en el colegio?

Hasta los 11 años. Al principio, las clases eran en lengua hindi. In 1971 mis padres viajaron a Rusia. Mi madre hablaba inglés porque su padre era un ingeniero de ferrocarriles, pero no mi padre.

Se dieron cuenta de la importancia del idioma para comunicarse y quisieron que sus hijos se educaran en inglés. A la vez lo implantaron en el colegio. Ahora todas las materias se enseñan en inglés. El hindi es una asignatura, claro.

Siendo un colegio privado, ¿es caro para la India?

La matrícula varía depende del curso. También tenemos un sistema de becas: un descuento del 20 y del 40% del que se benefician más de 15.000 alumnos.

En el estado de Uttar Pradesh —Lucknow es la capital— el 55% de niños de la población rural va a colegios privados. En zonas urbanas, el 95%. El sistema público no es bueno.

¿Cuántos estudiantes tienen por clase?

Varía según el campus y el espacio. En algunos solo caben 20 en la clase. En otros llegan a 50, pero intentamos que no sean más de 40. En las clases senior, unos 35.

En 2010, tras vivir 31 años en Inglaterra, usted regresó a la India para presidir el CMS (City Montessori School) con 59.000 alumnos. ¿Fue difícil el cambio?

Ha sido un desafío enorme. Aunque nací y crecí en Lucknow, me fui con 16 años. La relación con las instituciones públicas es difícil. Tienen un cierto recelo hacia los colegios privados, porque los públicos no son buenos, y un espíritu ligeramente punitivo. No entiendo por qué es así.

En general, en cualquier aspecto que sea privado, la gran mano del gobierno no se ve como facilitadora. Están intentando mejorarlo. Además, la calidad de vida es peor. Uttar Pradesh es una de las regiones menos desarrolladas del país. En Lucknow hay mucha contaminación. Aunque ahora tenemos un metro, buenos hospitales…

¿Qué nivel académico tiene su colegio?

Cuando terminan el bachillerato, nuestros alumnos están en lo más alto del nivel nacional. Este año, en los exámenes oficiales para el último curso, de los 9 estudiantes que obtuvieron la máxima cualificación de toda la India 4 eran de nuestro colegio.

¿Cómo se las arregla con alumnos de diferente talento y nivel?

Hacemos diferencias, pero no durante la clase. Tenemos clases de apoyo después del colegio para los que van peor. De igual manera para los más dotados. Se les ayuda a dar lo mejor de sí mismos.



¿Tienen problemas de conducta y falta de respeto hacia los profesores?

No. La mayoría de los niños indios están educados culturalmente para ser dóciles y respetar la autoridad. Durante el COVID, hemos aprovechado con nuestros profesores para reflexionar sobre nuestros principios.

Queremos promover la idea de que los niños deben tener curiosidad y pensamiento crítico. Deben hacer preguntas en vez de aceptar acríticamente lo que diga el maestro. No es que ayudándolos a ser pensadores críticos estemos alentando la insolencia o rebeldía. También tiene que haber respeto.

¿Cómo motivan a los estudiantes para que se esfuercen?

Hemos contratado a un profesional inglés para que nos ayude a fomentar en los alumnos un aprendizaje más independiente, que tengan su agenda, que reflexionen sobre su propio aprendizaje, que se marquen objetivos. Luego, deberán comprobar si los han logrado y, en caso contrario, analizar el motivo.

¿Tienen asignatura de informática? La India es una potencia mundial…

Sí, es una asignatura. Desde los 6 a los 18 años estudian teoría en clase y hacen prácticas en el laboratorio de ordenadores. Los más pequeños pintan, dibujan. Luego, van aprendiendo Word, Excel, PowerPoint… A partir de los 11 años hacen programación.

¿Cómo tratan la influencia de las redes sociales?

Fomentamos el empoderamiento personal con respecto a las redes sociales. Hacemos grupos de debate con los niños. El moderador es un alumno mayor. Los chicos mayores se dan cuenta que pueden ser referentes y adquieren mayor responsabilidad. También es bueno que hagan servicios a la comunidad, al colegio, para que no todo gire en torno a ellos.

Por ejemplo, los anuncios que dicen “te lo mereces”. ¿Pero por qué? El debatirlo les hacer ser más conscientes de la influencia que tienen las redes sociales sobre ellos. Deben desarrollar sus valores y tener una identidad para no sucumbir a las presiones de la publicidad y las redes sociales.

En España hay controversia acerca de los exámenes. Algunos dicen que estresan demasiado a los niños. ¿Qué opina?

Dice el refrán “lo que no se mide no se hace”… No hacerlos permitiría que tanto niños como profesores se relajaran. El alto rendimiento conlleva un sacrificio. No solo en la educación, en cualquier ámbito de la vida, cuanto más profundo se siembre la tierra más abundante será la cosecha.

No estás preparando a los niños bien para la vida si los eximes de tener que hacer pequeñas pruebas (exámenes). Porque a lo largo de la vida van a encontrar desafíos de todo tipo. Además, si el niño comprende la materia, el examen no tiene por qué ser una experiencia estresante.

Si solo se ponen notas buenas, todos están contentos: padres, alumnos, profesores, políticos… El problema es que de esta manera no estaríamos siendo honestos con los niños. No les beneficiaría.

¿De los 59.000 estudiantes de CMS, cuántos van a la universidad?

Casi todos. Primero, pagan por estudiar y tienen altas aspiraciones. No les decimos que deben de ir a la universidad, pero es la consecuencia natural de establecer objetivos ambiciosos y nobles.

También en la India ir a la universidad se considera importante, no solo desde el punto de vista económico, sino también social. Eso nos ayuda. No podemos atribuirnos todo el mérito.

¿Qué valores enseñan?

El espíritu del colegio es trabajar por el bien del mundo. Lo que significa respeto por las creencias de otros, valorar la diversidad en vez de simplemente tolerarla. Educamos para una Ciudadanía Mundial.

¿Ciudadanía Mundial como asignatura?

Queremos incluir los valores de la Ciudadanía Mundial en el currículo. Por ejemplo, en Física para 11 años, que los libros de texto nombren hombres y mujeres físicos. Cuando se traten los gases en Química, incluir la protección del medioambiente.

Hemos pensado en añadir en el libro de Ciencias Sociales, en la parte de civismo, tres páginas sobre Ciudadanía Mundial. También hay material de la Unesco, Oxfam…

¿Por qué se apellida Gandhi si no está emparentada con Gandhi?

Cuando mi padre era joven estaba muy influenciado por el gran Mahatma Gandhi. A los 11 años, leyó un artículo suyo que recomendaba a los niños hacer servicios a la comunidad durante las vacaciones. Se lo tomó tan a pecho que es lo que ha hecho toda su vida. Con pasión. La gente empezó a llamarlo Gandhi, y así se le quedó.

Sus padres y fundadores del colegio son personas excepcionales…

Aunque sean mis propios padres, debo darte la razón. Quizá no sea muy objetiva. Han llevado una vida de servicio, como Gandhi. También mis padres han estado muy influidos por la fe Bahaí, que predica la necesidad imperiosa de formar un gobierno mundial. Mi padre cree que la paz en el mundo vendrá a través de la educación para la Ciudadanía Mundial.

¿Cuál es la situación de la mujer en la India?

Si observas las mediciones objetivas de desarrollo de la mujer, hay mucho trabajo por delante. El índice de fertilidad es del 2.1. El de participación de la mujer en el mercado laboral es estático, si acaso ha caído. La violencia contra las mujeres y las actitudes misóginas están muy intrincadas. Sin embargo, el índice de la educación de la mujer está subiendo.

Pero, institucionalmente, no se la está ayudando, aunque la gente hable ahora de ello. Por ejemplo, no hay cuota para las mujeres en el parlamento. Son sólo el 10%.

Pero en la vida civil hay mujeres poderosas…

Es verdad. Puedes pensar en dos Indias. Una más ilustrada, y el resto, con escasos ingresos, carece de una buena educación y no habla inglés. Las mujeres más educadas están empoderadas, conocen sus derechos… Ese corte está creciendo.

He leído que sus padres han vivido siempre en la misma casa. A pesar del éxito del colegio, no han cambiado. Son muy austeros.

Sí. Son así.