Este 22 de febrero tendrá lugar la X gala de 'Las Top 100 Mujeres Líderes en España' en el Teatro Real de Madrid. 

La gran fiesta del liderazgo femenino, que será presentado por Eva González, contará con actuaciones de diferentes artistas, todas mujeres. 

Una de ellas será la cómica Sara Escudero, quien conversa con magasIN sobre su trayectoria, sus referentes y la situación de la mujer en el mundo de la comedia. 

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Ella siempre quiso ser actriz, pero "era otra época". Recuerda que como no tenía a nadie conocido en el mundo del arte, todo era incertidumbre y desconocimiento sobre lo que envuelve el universo de la interpretación y la comedia. 

"Como mis padres son médicos, traté de acallar mi gen entre batas y fonendos". Pero, "al final, el corazón gana". Y así fue, dejó Medicina en tercero de carrera y apostó por su vocación. 

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Por aquel entonces sus referentes en comedia eran Martes y Trece, Faemino y Cansado y Cruz y Raya, "y sigo amando lo que hacían y lo que supusieron en la Sara niña". Respecto a stand up, sus referentes se han convertido en amigos: "Goyo (Jiménez) y mis queridos Chanantes".

Aunque a todos los niveles su vida la han marcado sus abuelos paternos ("tal es así que les hice mi corto Chica, que se puede ver en Filmin"), su padre y Nala ("la que siempre será mi alma gemela de cuatro patas"), "las almas honestas y buenas". 

Preguntamos a Sara Escudero qué le lleva a apostar tan fuerte por la comedia y responde: "Porque llevo la comedia en vena, ¡aunque esta frase suene a tópico!"

"Pero me encantaría poder hacer drama, ¡sacar la faceta de actriz! (Ahí lo dejo por si alguien me lee)", añade entre risas, "desde niña he tenido la vis cómica presente en mi día a día y traspasaba todo lo que hacía". 

Descubrió la magia del stand up cuando estaba acabando de estudiar teatro en Madrid, de una manera curiosa. "Yo ponía copas los fines de semana en una discoteca en la sierra de Madrid y al acabar siempre ponía la última a los compañeros (yo no bebo alcohol) y empezaba a contar cosas que hubieran pasado o cosas mías y eran momentos superdivertidos", cuenta. 

Y continúa. "Un día mi jefe me dijo: 'Sarita, esto que haces es muy americano, se llama stand up comedy'. Fui a un locutorio al día siguiente (¡un locutorio a mirar en internet! ¡Año 2005/6! ¡Imagina!) y vi que era una manera de sacar la necesidad de comunicar con humor, de hacer feliz a la gente y que solo dependería de mí (había intentado sacar adelante órbitas de teatro con compañeros, pero al final entre los horarios de uno o de otra… no salían, se quedaban en sueños). ¡Y así empezó todo!"

Para la actriz y cómica, el poder más fuerte del humor es su capacidad de unir a la fuente. "Reír en comunidad nos elimina el ego, nos hace coger perspectiva de lo que nos pasa. Me explico, si tienes un dolor de muelas horrible y te metes a ver algo de humor, sin darte cuenta, llevas hora y pico que solo te ríes. No te ha dejado de doler la muela, pero tu foco no estaba ahí. Para mí, además, el humor es la mejor herramienta para comunicar y conectar a la gente. Es un arma de comunicación masiva".

Pregunta: ¿Cómo era la situación de las mujeres en el mundo de la comedia y cómo ha ido evolucionando?

Pues cuando yo empecé, hará como quince años, éramos cuatro y ahora somos muchísimas más (¡ole con ole con ole!) y, sobre todo, con otra sensación en la profesión porque el humor es actitud, el humor no entiende de géneros.

Cada vez las cómicas van ganando visibilidad (solo hay que ver los rankings de pódcast), pero en medios tradicionales no llegan a conseguir el protagonismo (si bien aparecen como colaboradoras y otros roles) ¿Por qué?

Uy, esta respuesta necesitaría de toda una tirada de EL ESPAÑOL para podértela contestar con calma, porque hay muchos factores. Así que mi respuesta resumen sería que, en comedia, como en otros muchísimos campos laborales, vamos avanzando y abriendo las cabecitas, pero todavía queda mucho por recorrer.

A lo largo de su carrera ha hecho prácticamente de todo relacionado con la interpretación y la comunicación: ¿Con qué ha disfrutado más?

¡Con todo! ¡Y te prometo que no es una respuesta hecha! Para mí, todo es mi profesión, son caras del mismo dado.

Si tuviese que quedarse solo con un rol, ¿cuál sería?

¡No puedo! Cada faceta tiene algo que la hace maravillosa y especial (la tele no es igual que un monólogo en directo en un teatro, pero… ¡Las dos son gozo para el alma!).

Es que no puedo elegir, no me hagas esto, ¡je je!

¿Qué es lo más importante que ha aprendido a nivel profesional?

Uff… ¡Mil cosas! Dime cuándo cerramos otro ejemplar para esta, ¡je je!

Pero, quizá, una de las más “prácticas” sea que tanta responsabilidad tenemos los que nos subimos a un escenario o nos ponemos delante de un micro/cámara (que tenemos que darlo todo independientemente del día que tengamos) como el público que ocupa su butaca o pone la tele o enciende la radio.

Porque te sorprendería la de gente que ves en la butaca que, antes de que digas un “buenas noches” están con semblante de “no me apeteces” o que ponen la tele ya con el “a ver esta basura”. Si no tienes el día… ¡No vayas, no pongas ese canal… haz otra cosa! 



¿Puede darnos una pista de lo que escucharemos en la gala de 'Las top 100'?

Mmmm… ¡No debo! Debo animar a que la gente vaya y, si no pueden ir, que vean la gala que la retransmite Atresmedia y además de mujeres muy muy top, mi punto de tontuna y mucha energía bonita, hay actuaciones musicales de primera.