Las sorpresas no paran en el cambiante mundo de la moda. Al baile de directores creativos en las firmas más prestigiosas que llevamos meses viviendo y al relevo generacional de grandes medios especializados, con la marcha de Anna Wintour y la llegada de Chloe Malle como editora de Vogue, le sigue otra noticia de calado.
El conglomerado de lujo Kering anuncia el nombramiento de Francesca Bellettini como nueva presidenta y CEO de Gucci. Es el director ejecutivo del grupo, Luca de Meo, quien ha tomado la decisión, teniendo claro que debía apostar por una persona de dentro, de la familia empresarial.
"En este momento crucial, pretendo construir una organización más ágil y transparente donde el mejor talento impulse nuestras Casas. El buque insignia de nuestra empresa merece la máxima atención, y ella, una de las profesionales más experimentadas y respetadas de nuestra industria, aportará el liderazgo y la impecable ejecución necesarios para devolver la marca al lugar que le corresponde", ha escrito.
La italiana, por su parte, ha asegurado que es un verdadero honor asumir esa responsabilidad directa: "Estoy deseando trabajar bajo el liderazgo de Luca de Meo, cuya perspectiva innovadora y fresca nos inspira a superar los límites".
"Me entusiasma embarcarme en este nuevo reto junto con todo el equipo de Gucci y junto a Demna, cuya creatividad siempre he admirado", añade, citando al diseñador georgiano que desde el pasado mes de marzo lidera la dirección creativa. Un tándem de prestigio.
Francesca Bellettini es de sobra conocida en el sector con una carrera brillante. Nacida el 18 de abril de 1970 en Cesena (Italia), su padre era contable en una serrería y su madre directora de una escuela.
Estudió Economía y, como ella misma confesaba hace unos años en una entrevista con Fashion Network, “desde muy pequeña supe que quería dirigir una compañía. Y, gracias a Dios, nunca nadie me dijo que no lo conseguiría”.
¡Vaya si lo ha logrado! De hecho, es considerada una de las ejecutivas más influyentes de un sector donde lleva más de dos décadas. Llegó a la moda en 1999 cuando Patrizio Bertelli, CEO de Prada, la fichó para el área de planificación y desarrollo.
En 2003, se unió a Kering trabajando primero en Gucci y en Bottega Veneta como directora mundial de Merchandising y Comunicación, y posteriormente se puso al frente de Yves Saint Laurent. Ella fue la responsable del aumento de ventas de la marca, de su resurgir.
En 2023 ascendió a codirectora general de Kering, supervisando todas las marcas del grupo. El éxito parece ir en su ADN y con este nuevo reto quiere devolver a la casa italiana todo su esplendor. Para ella, la creatividad, el respeto a la esencia de la marca y la expresión de forma auténtica, moderna y contemporánea son claves.
Discreta en lo que a su vida personal se refiere, la italiana tiene en sus padres a los verdaderos artífices de haber podido alcanzar sus metas. "Para mí, cumplir el sueño de trabajar en esta industria valía más que el dinero. Y tuve mucha suerte de tener una familia que me apoyase", ha confesado.
Feliz con la andadura que comienza, su primera fecha importante como líder de Gucci será el próximo 23 de septiembre, cuando Demna Gvasalia, recién nombrado director creativo de la casa, presentará su primera propuesta en Milán, con la que ofrece una nueva visión de los diseños. En palabras de Francesca, él es uno de los creativos más influyentes y exitosos de su generación.
También lo es ella, que ha entrado a formar parte del aún poco numeroso grupo de mujeres al frente de firmas de moda, como lo es en España Marta Ortega.
