Bajar las persianas a partir de las 17:30 horas puede parecer una costumbre menor, pero varios expertos en eficiencia energética señalan que reduce la pérdida de calor por las ventanas y, por tanto, puede ayudar a bajar el consumo de calefacción.
En consecuencia, la acción de bajar las persianas a una hora determinada tiene como objetivo optimizar el consumo energético y disminuir la calefacción, lo cual está en línea con las pautas de entidades como el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en España.
Para quienes buscan mejorar el confort sin disparar la factura, puede convertirse en parte de una estrategia doméstica eficiente, en tanto que las ventanas son uno de los puntos más débiles de un hogar en materia térmica: suelen favorecer la pérdida de calor cuando el exterior se enfría.
Persianas bajadas.
Al bajar la persiana se crea una cámara de aire estacionaria entre el cristal y la persiana. Esa capa actúa como aislante: reduce la transferencia de frío desde el exterior hacia el interior.
De este modo, las estancias conservan mejor la temperatura, lo que implica que la calefacción no necesita trabajar tanto, con el consiguiente ahorro energético.
¿Por qué a partir de las 17:30 horas? El momento importa. La recomendación de bajar las persianas alrededor de las 17:30 horas obedece al cambio de luz y temperatura exterior. A esa hora suele desaparecer la luz solar directa y comienza un descenso térmico en el ambiente exterior.
Si las ventanas quedan descubiertas el anochecer, el frío desde el exterior enfría el cristal rápidamente, lo que acelera la pérdida de calor del interior, y a la postre obliga a encender la calefacción antes o mantenerla más intensamente.
Por eso, bajar las persianas justo cuando oscure ayuda a "atrapar" el calor interior antes de que se escape, reduciendo la necesidad de calefacción extra.
La eficacia de este truco aumenta si se acompaña de otros pequeños hábitos: por ejemplo, si además de persianas se cierran cortinas gruesas o térmicas, el efecto aislante mejora. En cualquier caso, es crucial especificar que las cortinas no sustituyen el papel de una persiana bien hecha o de una ventana con un sellado apropiado. Su función es la de un complemento.
No es necesario hacer reformas: basta con aprovechar lo que ya existe (persianas, cortinas...) y coordinar su uso con el ciclo del día. Ese aislamiento extra puede suponer un ahorro real en la factura al bajar la necesidad de calefacción.
Además, es una medida sostenible: mantiene mejor la temperatura en casa sin incrementar el consumo ni depender tanto de sistemas energéticos.
En conclusión, bajar las persianas después de las 17:30 horas es un gesto simple, sin coste, que puede marcar la diferencia en el confort y en el consumo de energía doméstico. Si buscas ahorrar en calefacción este invierno, vale la pena adoptarlo como hábito.
Las recomendaciones sobre bajar las persianas al atardecer se suman a otras medidas de bajo coste que los expertos proponen para el invierno. Pequeños gestos como sellar juntas, cerrar puertas interiores o usar alfombras térmicas pueden reforzar el aislamiento u mejorar el rendimiento de la calefacción sin aumentar el gasto.
