El precio de una reforma integral sigue en ascenso en España debido al encarecimiento de materiales y mano de obra. Para quienes desean renovar un piso de unos 80 metros cuadrados útiles, resulta crucial conocer el coste real y las diferencias según el tipo de remodelación.
Según los arquitectos y empresas de reformas, el rango de precios puede variar ampliamente. Factores como el estado inicial, la calidad de materiales y la elección de acabados influyen de forma decisiva en el presupuesto final.
Referencias recientes, incluyendo fuentes como Habitissimo e Idealista, así como las explicaciones de Edu Saz en su canal de YouTube indican que, en 2025, el coste suele situarse entre los 65.000 y los 88.000 euros para una intervención media.
¿CUÁNTO cuesta una REFORMA INTEGRAL en 2025?
Tal y como indica Edu Saz: "Para un piso de unos 80 m² útiles, una reforma media se moverá entre los 65.000 y los 88.000 euros más IVA. Tirando por lo alto, se puede superar perfectamente los 100.000 euros".
Él mismo aclara que habla de reformas integrales de interiores de vivienda. "Es decir, estamos hablando de tirar un piso abajo y rehacerlo por completo por dentro pero sin tocar la estructura ni elementos comunes. Esto incluye hacer de nuevo todas las instalaciones, nueva distribución, ventanas, solera, revestimientos, baños y cocina, carpintería, climatización, absolutamente todo. También puede ser de una vivienda unifamiliar, hablando igualmente solo del interior".
Igualmente, se explica que una reforma integral suele dividirse en distintas partidas que permiten organizar el presupuesto de forma precisa. Entre los capítulos más habituales se encuentran las demoliciones y el desescombro, que preparan la vivienda para los nuevos trabajos. A continuación llega la albañilería, donde se rehacen soleras, se levantan o modifican tabiquerías, se redefine la distribución y se instalan falsos techos.
La instalación eléctrica constituye otra de las partidas esenciales, cuyo coste depende del número de circuitos, la integración de iluminación LED, la separación de puntos de luz y la calidad de los mecanismos. En fontanería y saneamiento, la variación de precio suele estar condicionada por el número de piezas, la inclusión de sistemas como descalificadores, el uso de griferías empotradas y, especialmente, por si se decide cambiar la ubicación original de baños o cocina.
El proyecto continúa con la climatización, los alicatados y revestimientos, el mobiliario y los electrodomésticos de cocina, así como los sanitarios y los diferentes elementos del baño. También se incluyen la carpintería interior, la carpintería exterior (ventanas), la instalación de suelos y los trabajos de pintura y acabados finales.
También se explica que el IVA aplicado a una reforma suele ser del 21%, pero existe la posibilidad de acogerse al IVA reducido del 10% siempre que se cumplan las condiciones establecidas por Hacienda. Para ello, deben darse varios requisitos.
En primer lugar, es necesario que los materiales aportados por la empresa constructora no representen más del 40% de la base imponible de la factura. Si ese porcentaje se supera, automáticamente se aplica el IVA general del 21%.
Además, la reforma debe realizarse para una persona física que vaya a destinar la vivienda a un uso estrictamente particular, quedando excluidos locales comerciales o inmuebles destinados a actividades económicas.
Por último, la vivienda debe tener más de dos años de antigüedad o haber pasado al menos dos años desde la última reforma relevante. En caso contrario, Hacienda tampoco permite aplicar el tipo reducido.
Cuando se cumplen estos tres puntos, el constructor puede facturar la obra con el IVA del 10%, lo que supone un ahorro considerable en una reforma integral.
