Director creativo RABADÁN

Si hiciéramos una encuesta preguntando qué habitación de la casa es la más importante, con seguridad, el salón ocuparía un lugar destacado en el ranking. Todas las estancias cumplen una función y son importantes, algunas son muy atractivas como la cocina, pero de todas ellas, la habitación más versátil y multifunción, es el salón.

[8 detalles que cambiarán la decoración de tu salón: estos son los materiales, colores y estilos tendencia 2023]

En el salón es donde más tiempo pasamos despiertos, donde desarrollamos el ocio, donde descansamos, donde nos relacionamos en familia y el lugar en el que acogemos a nuestros invitados, donde vemos la tele, las series y pelis, donde comemos, donde dormitamos la siesta… Como consecuencia, del salón demandamos funcionalidad y comodidad, y también una estética cuidada por ser la zona más representativa.

Todo este disfrute del salón supone un alto impacto de uso y, por tanto, de deterioro. Por eso planteamos algunas reflexiones y pistas sobre cómo renovar nuestro salón sin hacer reforma y conseguir que cambie su aspecto por completo, aportando estética, novedad y confort.

  • Cortinas

    Las cortinas tienen una presencia estética crucial, tienen la capacidad de dar un nuevo enfoque a todo el espacio. Pueden ser algo casi imperceptible o algo que tenga presencia. Si nos atrevemos a otorgarles voz, su capacidad de cualificar el espacio, de aportar calidez, y de hacerlo acogedor es notable.

    Además, bien concebidas pueden aportar muchas otras prestaciones: protección visual, intimidad, tamizado de la luz, aislante térmico e incluso acústico.

    Diferencias entre cortinas, caídas y visillos, porque cada una tiene una apariencia y cumple una función.



    Visillos

    Cubren toda la superficie de la ventana, se pueden abrir y cerrar a los lados y permiten el paso de la luz, tamizándola y protegiéndonos de posibles miradas. Se suelen confeccionar con tejidos muy ligeros y colores claros y suaves.



    Cortinas

    Cubren toda la ventana superando ligeramente en medida a la superficie vestida por los visillos, se pueden abrir y cerrar a los lados, pueden permitir el paso de la luz tamizándola, o ser totalmente opacas evitando el paso de la luz e incluso sirviendo de aislante térmico y acústico.



    Es aquí donde se suele incorporar color, dibujo y textura. Es el elemento que más recoge el potencial decorativo.



    Caídas

    Son franjas verticales en los extremos de la ventana que no la cubren por completo. Generalmente, no pueden abrirse y su fuerza como elemento decorativo es grande.



    Además de estas consideraciones, habría que añadir otras tales como el arrastre (la medida de alto y su contacto con el suelo), el sistema de colgado (barras o rieles), o la inclusión de motorización para accionarlas desde interruptor o mando a distancia.

  • Estores



    Se usan como alternativa a los visillos. La estética es más moderna y funcional, y su peor prestación es que impiden la apertura de las ventanas abatibles cuando están bajados.
  • Entelados de pared o empapelados

    El entelado de pared, es decir, confeccionar un tejido para instalarlo como cubrición de una o varias paredes de una estancia, es otro recurso con un enorme potencial estético.



    Las aportaciones de un entelado son enormes desde el punto de vista estético, y también como aislamiento térmico y acústico. En prestaciones y estética gana la partida de lejos con respecto al empapelado.

    El empapelado también es otro recurso estético que modifica notablemente la estética de la estancia. Tiene una instalación más sencilla, mejor precio, pero menos prestaciones técnicas.

  • Alfombras

    Una opción es incluir alfombras que delimitan zonas, funcionan como los enmarcados para los cuadros o las fotos; enmarcan nuestros ámbitos de actuación dentro de los espacios.



    Para que estética y funcionalmente una alfombra funcione bien, siempre tiene que rebasar dichos ámbitos. Ser generosos con los tamaños y que no nos queden raquíticas (mejor no bajo la mesa de comedor, a no ser que haya mucho espacio y se pueda poner una alfombra muy grande).



    Son piezas potencialmente muy decorativas y no requieren instalación.

  • Cojines

    Junto a las alfombras son los elementos con los que incluir color y textura de modo más fácil, sin ninguna intervención y precio muy variable. Puedes cambiarlos muchas veces y consiguen renovar la estética de modo eficiente.

  • Tapizado de sofá

    Con esta opción modificaríamos también uno de los elementos de más peso estético y cromático de nuestro salón sin instalaciones.



    Tapizar el sofá de casa es algo que cada día se hace menos. La aparición de las tiendas y marcas low cost que comercializan productos a bajísimo precio, hace que sea mucho más barato cambiar de sofá que tapizar el antiguo.



    Además, si el sofá que tenemos no es de buena calidad, tampoco es una opción recomendable porque la opción del tapizado no es barata. Si el sofá que tenemos es bueno, nos resulta cómodo y ya estamos habituados a él en el buen sentido, el tapizado es una opción muy a considerar.



    Consejo: no dejarnos seducir por las fundas a medida para lavarlas. Las costuras acaban retorciéndose, desdibujando las líneas del sofá, y la hilatura del tejido se quiebra.

[Los diez muebles imprescindibles que necesitas para convertir una casa en tu hogar]

Otros recursos y consideraciones

El color aporta emoción y vitalidad, no tengas miedo de ellos. Consulta una guía de colores y los estados de ánimo.

Dale importancia al disfrute del espacio: haz del sofá el rey del salón, y no a la televisión como centro gravitacional.