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El solomillo relleno es uno de esos platos que aparecen cuando la mesa se alarga, el calendario se llena de rojo y la cocina se convierte en el centro de la casa.

No es una receta rápida ni improvisada, pero tampoco es complicada. Requiere tiempo, atención y cierto cariño, justo lo que define a muchas elaboraciones navideñas.

En este terreno está la propuesta de Loli Domínguez, una cocinera popular que ha convertido este solomillo relleno en uno de sus platos más celebrados por sus seguidores.

Su receta, pensada para hacerse sin horno y con margen para adelantar trabajo, es mucho más que una suma de ingredientes. Cocinar bien, con calma, y llegar al día señalado con la mayor parte del trabajo hecho.

El atractivo de este plato es la carne tierna, jugosa, rellena de sabores dulces y salados, acompañada de una salsa espesa y aromática que invita a mojar pan. No necesita presentaciones sofisticadas ni técnicas complejas. Basta con respetar los tiempos y no saltarse pasos.

Cocinar sin prisas

Una de las claves de esta receta es que se puede preparar con antelación. Loli insiste en ello porque sabe que, en fechas señaladas, el verdadero lujo es el tiempo.

El solomillo puede cocinarse el día anterior, reposar, cortarse con facilidad y recalentarse sin perder jugosidad. La salsa, incluso, gana cuerpo y sabor de un día para otro.

El proceso comienza mucho antes de encender el fuego. Desde el remojo de las pasas en coñac hasta la preparación de la guarnición, todo está pensado para organizarse sin estrés.

No se necesita horno, lo que simplifica aún más la elaboración y evita depender de tiempos ajustados o bandejas compartidas.

La elección del solomillo de cerdo no es casual. Es una pieza tierna, agradecida, fácil de trabajar y perfecta para rellenar.

Abierto en libro, se convierte en una base ideal para absorber sabores y mantener la forma una vez atado. El relleno, sencillo, pero eficaz, combina panceta ahumada y pasas, una mezcla clásica que funciona por contraste.

La diferencia: el relleno

El relleno es uno de los grandes aciertos de la receta. No es excesivo ni invade la carne, sino que la acompaña. La panceta aporta grasa y sabor, mientras que las pasas, previamente hidratadas en coñac, introducen un punto dulce y aromático que recuerda inmediatamente a platos festivos.

Antes de rellenar, Loli prepara un majado de ajo y perejil que se unta directamente sobre la carne abierta. Ese gesto, aparentemente menor, es clave. El majado no solo aromatiza, sino que crea una primera capa de sabor que se integra con el relleno y llega hasta la salsa final.

Receta de solomillo relleno sin horno

Una vez relleno, el solomillo se enrolla con cuidado y se ata con hilo de cocina. No es solo una cuestión estética: atar bien la carne garantiza una cocción uniforme y evita que el relleno se escape durante el dorado. Es un paso que conviene hacer con calma, sin prisas.

El dorado inicial, a fuego vivo, sella la carne y fija los jugos. No se busca cocinarla del todo, solo marcarla. Ese fondo que queda en la cazuela será la base de la salsa, uno de los elementos más valorados del plato.

Una salsa especial

La salsa se construye sin atajos. Cebolla, manzana, ajos enteros, laurel y granos de pimienta se sofríen lentamente en el mismo aceite donde se doró la carne. La manzana aporta suavidad y un dulzor natural que equilibra la potencia del relleno y del caldo.

El coñac de las pasas se añade después, dejando que el alcohol se evapore por completo. Es un gesto que concentra el aroma sin dejar rastro de aspereza. A partir de ahí, el caldo envuelve todos los ingredientes y comienza una cocción lenta, tapada, que transforma el conjunto.

Tras casi una hora a fuego medio, el solomillo está tierno y la salsa lista para triturar. Loli insiste en colarla para conseguir una textura fina y elegante. No es un capricho, es lo que convierte una salsa casera en una salsa de fiesta.

El resultado es una carne jugosa, fácil de cortar, bañada en una salsa espesa y llena de matices. Servida con patatas doradas y un poco de perejil fresco, el plato cumple exactamente lo que promete: sabor, tradición y efecto increíble sin complicaciones.

Ingredientes

Solomillo relleno

  • 2 solomillos de cerdo (unos 800 g, aproximados, en total)
  • 160 g de panceta ahumada en lonchas
  • 50 g de pasas sin semillas
  • Coñac (para remojar las pasas)
  • 1 o 2 cebollas medianas
  • 1 manzana grande
  • 2 dientes de ajo pelados
  • Ajos enteros con piel (para la salsa)
  • 25 granos de pimienta negra
  • 1 cucharada de hierbas provenzales
  • 1 hoja de laurel
  • Sal y pimienta molida (al gusto)
  • Perejil fresco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 600 ml de caldo de carne o pollo
  • 3 o 4 patatas
  • 3 dientes de ajo con piel

Paso 1

Remoja las pasas en coñac durante al menos 30 minutos y reserva.

Paso 2

Pela las patatas, córtalas en trozos grandes y cuécelas en agua con sal durante 10 minutos. Escurre y reserva.

Paso 3

Prepara un majado con los ajos pelados, perejil, sal, pimienta y un chorrito de aceite.

Paso 4

Abre los solomillos en libro, salpiméntalos y úntalos con el majado.

Paso 5

Reparte las pasas escurridas y cubre con la panceta ahumada.

Paso 6

Enrolla la carne, átala con hilo de cocina y espolvorea las hierbas provenzales.

Paso 7

Dora los solomillos en una cazuela con aceite caliente. Retira y reserva.

Paso 8

En el mismo aceite, sofríe los ajos enteros, la cebolla en juliana y una pizca de sal.

Paso 9

Añade la manzana troceada, el laurel y los granos de pimienta.

Paso 10

Incorpora la carne, el coñac del remojo y deja evaporar el alcohol.

Paso 11

Añade el caldo, tapa y cocina a fuego medio durante 45 minutos.

Paso 12

Retira la carne, quita el hilo y déjala reposar envuelta en papel de aluminio.

Paso 13

Tritura la salsa, cuélala y ajusta la textura.

Paso 14

Fríe las patatas con los ajos hasta que estén doradas.

Paso 15

Corta el solomillo en rodajas y sirve con la salsa caliente y las patatas.