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Según datos oficiales, la fiscalidad en España se sitúa entre los más altos de los países desarrollados cuando se considera la suma de impuestos y cotizaciones sociales. En 2023, la ratio "impuestos + cotizaciones" respecto al PIB —también llamada "presión fiscal" — alcanzó en España un 37,3 %, por encima de la media de la OECD (33,9 %).

Debido a las cifras, en España existe una percepción acerca de que estos impuestos "se comen" una parte demasiado grande del salario, sobre todo cuando los ingresos no son elevados o cuando las jornadas son extensas. Además, en la práctica, muchos trabajadores terminan con un salario neto modesto pese a producir un coste significativamente mayor para la empresa.

Es en este escenario donde aparecen múltiples denuncias, como la de Ainoa, una camionera con 3 años de experiencia en el sector. A su juicio, hace unos años "los impuestos eran un 30 o 40 por ciento más bajos" y ahora, un trabajador que percibe 1.700 euros en nómina, "a la empresa le cuesta más de 3.000". 

El salario de los camioneros en España

De acuerdo con la plataforma de ofertas de trabajo Indeed, el salario medio nacional de un conductor de camión se registra en 19.328 € anuales, 1.368 € al mes y 9,93 € por hora, aunque estas cifras siempre están sujetas a cambios, como horas extra o bonus.

Uno de los cambios más evidentes que puede incrementar el salario es el tipo de ruta del camionero, que se divide entre nacional —dentro de las fronteras de un solo país— e internacional, —cruza fronteras entre diferentes países—.

Las diferencias entre el transporte nacional e internacional son considerables, aunque no necesariamente en favor del conductor. Muchos camioneros que cruzan la frontera pasan entre 10 y 11 horas al volante cada día, durmiendo en el camión y viviendo prácticamente en la carretera durante semanas.

"Venden absolutamente toda su vida", denuncia Ainoa, y por salarios que no corresponden a las responsabilidades. En el transporte internacional, según explica, los camioneros trabajan por 2.500 euros mensuales.

La realidad, tal y como describe Ainoa, es "supervergonzosa". En algunos casos, especialmente en comunidades autónomas donde los sueldos son más bajos, se han registrado testimonios de conductores que perciben cerca de 1.500 euros mensuales tras jornadas de hasta doce horas diarias al volante.

Este tipo de trabajos no solo implican largas horas de jornada, sino que dificultan la vida personal: apenas hay tiempo para ver a la familia o mantener una rutina estable. Los hijos crecen sin ver a sus padres durante días o semanas y las parejas se acostumbran a "relaciones a distancia".

Ainoa habla sobre los sueldos en el sector del transporte.

Además, según Ainoa, el problema no solo se limita a los salarios y a la falta de conciliación, sino también a la desproporción entre el coste que asumen las empresas y el dinero que realmente llega al bolsillo del trabajador.

En Cataluña, por ejemplo, el sueldo mínimo que marca el convenio para un conductor ronda los 2.270 euros. Sin embargo, el coste bruto que asume la empresa para pagar esa cantidad asciende a más de 3.000 euros. Esto supone que el trabajador reciba unos 1.700 euros.

Esto se debe, según la camionera, a que hace unos años "los impuestos eran un 30 o 40 por ciento más bajos". De los 1.700 euros netos que percibe un conductor, aproximadamente un 21% se destina al IVA de las compras diarias, lo que deja un salario real disponible de unos 1.350 o 1.400 euros.

Los empresarios, conscientes de la exigencia del trabajo, reconocen que sería difícil encontrar camioneros dispuestos a trabajar por solo 1.700 euros netos bajo esas condiciones, incluso en los casos más "favorables".