Las prendas de lana son un clásico del invierno. Resultan suaves, cálidas y confortables, así que se cuelan en nuestro armario sin medida. ¿Cuántos jerséis son necesarios? No llevamos la cuenta, pero a estos hay que añadir otras piezas del mismo tejido: vestidos, faldas, chaquetas, pantalones...
Mantenerlas en perfecto estado, sin embargo, tiene sus dificultades. Hay que extremar el cuidado al lavarlas para que no encojan, algo que sucede de manera habitual si no sigues una rutina adecuada. La razón es que sus fibras tienen escamas microscópicas que con el calor y la fricción se enredan entre sí y se compactan.
Otro de los problemas que tiene ese tejido son las temidas pelotillas, que se producen principalmente por el roce y el desgaste de la prenda. Las hebras más cortas se van desprendiendo y enredando hasta formar esas incómodas y antiestéticas bolitas.
Y precisamente esta es la pregunta que le hacen a Begoña Pérez desde Magas esta semana: "¿Cómo puedo quitarlas sin estropear el jersey?". Lo primero que hace es aclarar que a ella utilizar una cuchilla de afeitar para ir arrastrándolas no es algo que le guste hacer.
Pese a que se trata de un truco casero muy extendido, 'La Ordenatriz' considera que es peligroso y que daña la ropa. Un mal movimiento puede cortar las fibras del tejido o incluso generar agujeros irreparables. Hay que tenerlo en cuenta.
Las máquinas para quitar bolitas son muy económicas.
En su lugar, recomienda utilizar las pequeñas máquinas eléctricas 'quitapelusas' o 'quitabolitas', que son muy económicas —las puedes encontrar por 10 euros aproximadamente— y fáciles de adquirir en tiendas de electrodomésticos o por internet. Sin duda, es la opción más segura y también consigue una eficacia total, dejando la pieza como nueva.
Estos aparatos, que funcionan con pilas o batería recargable, cuentan con una rejilla que protege la tela mientras elimina las bolitas mediante cuchillas internas que giran rápidamente. El resultado es una superficie uniforme, suave y limpia, sin riesgo de cortes ni desperfectos.
Sólo tienes que ir pasándolo poco a poco, insistiendo en las zonas donde haya más acumulación de imperfecciones, pero sin apretar demasiado.
Una vez solucionado el problema, lo que hay que intentar es que esas pelotillas no vuelvan a salir rápidamente. Para ello, lavar las prendas a mano con agua fría es lo ideal, aunque también puedes utilizar un programa para ropa delicada en la lavadora. Y si echas detergente específico para lana, mejor aún.
Evita la secadora, el calor y la fricción, porque aceleran la producción de esas bolitas. También debes tenderlas en horizontal, sobre una superficie plana, y guardarlas dobladas, no colgadas, para evitar que se estiren.
Además, cuando lleves puesto un jersey, vestido o falda, ten cuidado con los bolsos, que al andar suelen ir rozando la ropa y provocando el problema.
