La limpieza y el orden son básicos a la hora de construir un hogar que transmita paz y calma. Hasta los más pequeños detalles resultan esenciales para lograr el objetivo. En ocasiones, por fácil que parezca una tarea, siempre hay maneras de realizarla de un modo más efectivo. Recuerda, la apariencia juega un papel clave en la estética.
Esta semana, en el consultorio de 'La Ordenatriz' en Magas, se plantea una cuestión que se presenta como sencilla, pero que requiere de su técnica.
La pregunta que se le lanza a la experta es la siguiente: "Me gustaría que me dieras unos tips para doblar las sábanas y que siempre queden bien colocadas. Al final acabo mezclando las de arriba con las de abajo y resultan hechas un ocho".
Begoña Pérez tiene la manera de formar un paquetito con ellas para que al colocarlas en el armario estén perfectas y luego, al sacarlas, te resulte más fácil todo. ¿Cuántas veces has perdido tiempo buscando las diferentes piezas del juego? Muchas, seguro, pero con este truco ese problema desaparecerá.
El proceso es sencillo:
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Comienza con la sábana encimera, doblándola primero por la mitad y una vez esté, repite el proceso. Encaja las esquinas, asegurando que el derecho (la parte exterior) quede visible para identificarlo rápido.
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Vuélvela a plegar de la misma manera para reducir el tamaño y tener la tela bien alineada.
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Para la bajera, utiliza una superficie amplia como la cama, una mesa o el sofá. El elástico que tiene en sus cuatro extremos suele complicar la tarea. Para facilitarla, extiende los superiores, haciendo una especie de dobladillo para que el frunce quede oculto y mete por dentro los inferiores, formando un rectángulo.
Repite la operación, esta vez doblando la tela por la mitad para hacer el bulto más pequeño, hasta conseguir un cuadrado. - La fase final es colocarlo en el medio de la sábana encimera, poner encima el almohadón, y 'abrazarlo' por ambos lados para que queden como un conjunto y sea más fácil sacarlo.
De este modo, tendrás todos los packs perfectamente alineados en los estantes y no perderás tiempo buscando las piezas. Además de resultar muy útil, te permitirá conseguir un armario visualmente ordenado, incluso puedes hacerlo por colores. Otra de las ventajas que tiene este método es que los tejidos se arrugarán mucho menos.
El toque final es utilizar algún perfumador de ropa para que cuando vayas a usarlas el aroma te acompañe en tus sueños. Los mejores olores para conseguir ese efecto relajante durante el descaso son la lavanda y la vainilla.
