Los jubilados en España representan ya un mayor crecimiento que el resto de la población. Una circunstancia que se debe a ese aumento de la esperanza de vida experimentado en las últimas décadas, junto a la jubilación de la generación del 'baby boom'. Una circunstancia que en los últimos años ha generado una presión creciente en materia de pensiones y prestaciones.
De hecho, en lo que va de 2025 y hasta julio (el último dato disponible de la Seguridad Social), se han concedido más de 217.300 nuevas altas de pensiones de jubilación en nuestro país. Nuevas jubilaciones que siguen siendo la mayoría con la edad ordinaria de 66 años, siendo solo anticipadas un 29%. Sin embargo, llegar a la edad ordinaria para jubilarse no siempre garantiza una pensión digna.
Esto es precisamente lo que le ha sucedido a Antonia Velázquez, una jubilada que ha sido obligada a jubilarse a los 65 años y cuya pensión apenas le da para vivir. Esta jubilada contaba su caso recientemente en el programa de Antena 3 de 'Y ahora Sonsoles'.
Una decisión sobre su jubilación que vino propiciada porque la empresa en la que trabajaba decidió que ya había trabajado bastante: "A mí me dicen que me tengo que jubilar con 65 años y 7 meses, yo les dije que podía seguir trabajando pero me dijeron que no, que ya había trabajado bastante", asegura.
Jubilación que, mientras para otras personas que llegan a su edad es uno de los momentos más esperados después de toda una vida trabajando, para esta jubilada se ha convertido en un foco de preocupaciones debido a los pocos años que tenía cotizados: "Tengo 28 años cotizados y no porque no haya trabajado, sino porque no me tenían asegurada en otros sitios en los que había estado antes", aclara.
A pesar de esa corta cotización, deja claro que no ha dejado de trabajar desde que tiene recuerdo, sin embargo eso no le ha valido para poder disfrutar de una pensión digna: "Yo desde los 14 años no he parado y hasta los 43 años no tuve mis primeras vacaciones. He trabajado en un bar, en una peluquería, en residencias de ancianos, en casas... ".
Una situación, como la de Antonia, es la que viven también miles de personas en España. Trabajadores que han pasado gran parte de su vida laboral sin contratos formales, encadenando empleos precarios o sumidos en la economía sumergida. Personas para las que esta etapa que debería ser de descanso, se convierte en motivo de angustia económica.
Desde el propio programa apuntaban una posible salida para casos como el de Antonia: "Hay pensiones no contributivas que son la solución a este caso. El problema son las reglas del juego y que tú cumples esa edad y es potestad de la empresa seguir empleándote o no", explican
Una situación que pone sobre la mesa uno de los actuales y mayores retos del sistema actual de pensiones, no solo en términos de sostenibilidad financiera, sino también de justicia social: "Son las reglas del juego y aunque deberían cambiarse, la reforma del sistema va encaminada a pagar menos pensiones", concluían en el programa.
