Comprar una vivienda es una de las decisiones económicas más importantes, pero también una de las que implica más riesgos. Solo en el primer trimestre de 2025 se registraron más de 350.000 compraventas de viviendas en nuestro país, una cifra que apunta a un nuevo récord para el sector inmobiliario y que representa un crecimiento cercano al 25% respecto a 2024, pese a la actual crisis de vivienda que experimenta España.
Según datos de Idealista, el 53% de las operaciones de compraventa en 2024 requirieron financiación hipotecaria, pero muchas personas llegan a este paso sin una adecuada preparación.
En palabras de la inversora inmobiliaria Cristina Almendro, "la mayoría dedica todo su tiempo a encontrar esa gran oportunidad de inversión inmobiliaria y solamente cuando han dejado la paga, señal o incluso he visto ocasiones que cuando han dejado las arras, es entonces cuando se ponen a buscar la financiación", asegura en uno de sus vídeos.
Esta falta de previsión puede suponer un error más costoso de lo que imaginamos. "Error, he visto muchas operaciones que han caído por ese motivo porque luego no nos aceptan la financiación o no encontramos la que esperábamos", advierte la experta.
En su experiencia como inversora inmobiliaria, este fallo no es excepcional, sino uno de los más frecuentes entre compradores primerizos e incluso entre inversores. Por ello, insiste en que "es muy importante dedicar el mismo tiempo o más a encontrar una buena financiación que a encontrar esa gran oportunidad.
Recuerda que la mejor hipoteca no es la más rápida ni aquella primera que ya te parece bien, sino la que va a dejar más dinero en tu bolsillo. Porque la financiación es una pata más en nuestra rentabilidad".
Con estas claves, Almendro pone el foco en un aspecto del proceso de compra que a menudo se subestima: la planificación financiera. Un proceso crucial, incluso si se trata de una vivienda para vivir y no para invertir, en el que cualquier error puede tener importantes consecuencias años después.
Errores frecuentes al pedir una hipoteca
Solicitar una hipoteca puede parecer un mero trámite burocrático, pero hay varios errores comunes que pueden poner en peligro toda operación de compra. El primero es no conocer tu capacidad real de endeudamiento.
Antes de solicitar financiación, es imprescindible calcular cuánto puedes pagar realmente cada mes sin comprometer tu economía. El Banco de España recomienda no superar el 35% de los ingresos netos mensuales.
El segundo error es no comparar ofertas hipotecarias. Muchos compradores se quedan con la primera opción que les ofrece su banco habitual. Es fundamental comparar al menos tres ofertas, teniendo en cuenta no solo el tipo de interés, sino también las comisiones, los productos vinculados y la TAE (Tasa Anual Equivalente).
Otro fallo habitual es no contar con una preaprobación hipotecaria. Obtener una preaprobación antes de buscar vivienda te da una idea de hasta dónde puedes llegar y te permite negociar con más seguridad.
A esto se suma ignorar los gastos asociados a la hipoteca: notario, registro, tasación, impuestos... Todos estos costes pueden sumar entre el 10% y el 15% del valor del inmueble. No tenerlo en cuenta puede desajustar totalmente tu plan financiero.
Finalmente, otro error grave es firmar sin leer la letra pequeña. Cláusulas sobre comisiones por amortización anticipada, revisiones del tipo de interés o productos vinculados (seguros, tarjetas, planes de pensiones...) pueden afectar significativamente al coste real de tu hipoteca. Por todo ello, es aconsejable acudir a un asesor hipotecario independiente si no se tiene experiencia previa.
