Cuando trabajamos un poco en nutrición integrativa, aunque nos centramos evidentemente en nutrición, siempre intentamos mirar y vemos la forma en la que yo creo que hay que observar siempre la salud: de una forma integrativa.

4 pilares de tu salud Sara Fernández

Me gusta pensar que nuestro cuerpo es como un edificio de varias plantas, donde en cada planta hay un sistema, es decir, igual el aparato reproductor ocupa la planta 6ª y el respiratorio, la 8ª.

Pero todo, todos los sistemas tienen una base común. Tienen cuatro pilares que son la base, el soporte del edificio. Si esos soportes, esos pilares, no se cuidan, lo más probable es que nuestro edificio se resquebraje.

Y esto no aplica a un único sistema, sino que aplica a todo el edificio. Si yo esos cuatro pilares no los estoy cuidando, sufrirán mucho las plantas inferiores, pero también, por supuesto, sufrirán las plantas superiores, la parte más mental sufrirá mucho. 

¿Cuáles son estos cuatro pilares que sujetan el edificio de nuestra salud?



Primero: el ejercicio

La actividad física no es negociable. Ayer me decía una chica: "¿Y qué hago si a mí no me gusta el ejercicio?". Pues me da igual que no te guste: hay que hacerlo y no es negociable. Esto es súper importante tenerlo claro y pasar a la acción.



Segundo: el estrés

El estrés es necesario, pero hay que mantenerlo a raya. No podemos estar —o no debemos estar— en un estrés crónico donde yo, todos los días, estoy durmiendo poco, donde todos los días estoy acelerada, perdida.

No debemos estar en este punto porque eso es un pilar que debilita mi salud y, tarde o temprano, de verdad, acaba pasando una grandísima factura.



Tercero: la alimentación

Por supuesto, va a ser determinante a la hora de valorar la salud de todo mi organismo, de mi edificio, no sólo a nivel del aparato digestivo, sino que va a afectar muchísimo.

La alimentación va a impactar, realmente, en todos mis sistemas, en todo mi cuerpo: a nivel de mi sistema inmunitario, de mi inflamación, de mi mente, de las hormonas que fabrico, de los neurotransmisores que soy capaz de fabricar, de las emociones que manejo... la alimentación va a impactar en todo. 



Cuarto: el descanso

El descanso es el gran, grandísimo, infravalorado de todos, del que parece como que decimos: "Sí , ya, ya dormiremos cuando estemos muertos" ¿no? Y de verdad que se ha demostrado cómo una noche sin dormir equivale para el sistema inmunitario al mismo esfuerzo que un gran constipado.

Es peligroso no dormir, de verdad, es muy peligroso porque, por las noches, nuestro cuerpo realiza distintos procesos de detoxificación, de limpieza interna. Y si yo no descanso, no me limpio y esa porquería se va quedando dentro y cada vez va siendo más y más y más tóxica.