Los expertos en belleza y maquillaje no paran de aconsejar siempre lo mismo: lo que te favorecía a los 20 no lo hace a los 40, incluso consigue recargar el rostro y envejecer las facciones.
Cada año cumplido, trae consigo cambios inevitables en la piel y, a los 35, comienzan a notarse pequeñas líneas de expresión, arrugas sutiles y una pérdida progresiva de luminosidad.
Muchas mujeres intentan disimular estos signos con bases de maquillaje de alta cobertura, creyendo que así lograrán un efecto más rejuvenecedor.
Pero, según el maquillador profesional Jesús Serrano, la realidad es muy distinta, ya que, ese tipo de productos puede envejecer el rostro más de lo que pensamos.
Su recomendación es que menos es más. Y el secreto para mantener la frescura del rostro no está en cubrirlo todo, sino en saber elegir fórmulas más ligeras, hidratantes y con efecto jugoso.
Menos es más
Serrano lo tiene claro. A partir de cierta edad, lo importante no es esconder cada arruga, sino potenciar la luminosidad natural de la piel.
"Las bases de cobertura total acartonan la piel, marcan más los poros y las líneas de expresión. En lugar de un filtro, crean una máscara que suma años", explica en su vídeo publicado en Youtube.
Errores de maquillaje a partir de los 40.
Por eso insiste en que el maquillaje debe convertirse en un aliado de la edad, no en un enemigo. Su consejo es apostar por fórmulas de cobertura ligera o media que aporten hidratación y efecto pulido.
La aplicación también es fundamental. Serrano recomienda usar una brocha suelta o una esponja húmeda, siempre con movimientos circulares, para evitar marcas y conseguir el acabado glow que rejuvenece.
El error más común
Si la base debe ser ligera, con el corrector la norma es aún más estricta. Olvídate de los correctores súper densos que prometen borrar la ojera como si fuera Photoshop que, además de resecar, marcan pliegues y endurecen la mirada.
En su lugar, Serrano propone:
- Para ojeras leves: correctores hidratantes como Berry With Me de NYX.
- Para ojeras oscuras: usar primero un precorrector en tono salmón o naranja, y después una mínima cantidad de corrector natural.
El truco está en aplicar el producto desde abajo hacia arriba, para concentrar la cobertura en la zona con más pigmentación y no en las líneas del párpado.
Y un consejo de oro: hidratar bien la zona y evitar correctores demasiado blancos, que pueden dar un efecto gris poco favorecedor.
Maquillaje en crema
Si hay un cambio radical que puede marcar la diferencia en un look a partir de los 40, es sustituir productos en polvo por versiones en crema.
- Colorete en crema rosado: aplicado hacia arriba para dar un efecto lifting y con un toque en la nariz para un rubor natural.
- Iluminador en crema sin partículas: colocado en la parte alta del pómulo, difuminado hacia la sien para aportar brillo sutil.
- Contorno en crema: mucho más fácil de integrar, sin marcar arrugas ni líneas.
Estos productos no solo rejuvenecen, sino que aportan esa textura jugosa que la piel madura agradece.
El maquillaje debe acompañar la edad, no luchar contra ella. A partir de los 35, la piel necesita productos más ligeros, hidratantes y luminosos, y fórmulas que respeten su textura natural.
La obsesión por cubrirlo todo no solo no funciona, sino que puede añadir años al rostro. Y la buena noticia es que, con técnicas y productos adecuados, el maquillaje puede convertirse en la herramienta perfecta para sentirse más guapa, fresca y segura a cualquier edad.
