¿Y si las pequeñas escamas que ves en tu pelo fueran en realidad caspa? Ambos fenómenos, cuyos factores de aparición son variados, se pueden llegar a confundir fácilmente.

[Cómo eliminar la caspa definitivamente con remedios caseros]

De ahí la importancia de identificarlos, para ubicar el tratamiento adecuado. La caspa se considera una forma leve de dermatitis seborreica que puede explicarse por una piel seca, afecciones de la piel como eccemas y psoriasi o el hongo malassezia, entre otros. La descamación se manifiesta a través de la formación de placas adheridas sobre la base del cuero cabelludo.

Los expertos de la firma sevillana de champús sin sulfatos Dalire nos explican cómo diferenciar ambos fenómenos: 

  1. Fíjate en las escamas: Una de las primeras cosas en las que debes fijarte es en el tipo de escama que ves que cae o se acumula en tu pelo. Las de caspa son claramente pequeñas, secas, blancas o transparentes. Las de la descamación son blancas y amarillas, grandes y grasas.

  2. Picores: La caspa es un problema que suele surgir debido a la presencia de un hongo que se alimenta de las bacterias presentes en el sebo que produce nuestro cuero cabelludo. Puede ser molesta estéticamente, pero no suele picar. En cambio, la descamación suele producirse debido a un cuero cabelludo excesivamente reseco, lo que lleva a que muchas veces además de las escamas, notemos un intenso picor e incluso que el cuero cabelludo se pone rojo.

  3. Donde se posiciona: La caspa suele generarse en el cuero cabelludo, pero tan pequeña que cae directamente del pelo a los hombros, de ahí que siempre la notemos cuando la vemos en nuestra ropa. En cambio, la descamación produce escamas más grandes que se enganchan en el cuero cabelludo y a lo largo del pelo.

  4. Aspecto del cabello: Al margen de la presencia de escamas, el aspecto del cabello se ve distinto cuando hay caspa o descamación. En el caso de tener caspa, podemos lucir un pelo bien peinado y suave gracias a las herramientas de peinado y mascarillas, pero con la descamación, la sequedad se hace más evidente y el pelo se ve apagado, encrespado y quebradizo.

  5. No se tratan igual: Por último, el tratamiento debe ser distinto para la caspa que para la descamación. Identificado todo lo que hemos mencionado, distingue también entre el champú a usar contra la caspa y aquel que haga frente a la descamación.  

Atenta al cuidado

Ten en cuenta que utilizar champús anticaspa no previene la salida de caspa. Tal y como confirma el doctor Carlos Portinha, médico, Chief Clinical Officer del Grupo Insparya: "no se deben utilizar los champús anticaspa de forma preventiva. Es un grave error. Únicamente utilizaremos este tipo de tratamiento cuando aparezca de verdad un problema de descamación, y siempre teniendo en cuenta que se aplicará durante un periodo de tiempo determinado".

Víctor López, del grupo TH Cosméticos que distribuye en España la firma americana California Mango, recomienda especialmente aquellos champús que no tengan sulfatos para que el daño sea menor: "Los sulfatos son altamente irritantes y responsables de que la coloración sea mucho menos duradera, lo que también incide en la caída capilar.

Además, alteran la secreción de sebo y eso genera más caspa y picor. Los champús sulfate free son fácilmente reconocibles porque no generan espuma y no suelen oler salvo a frutas, flores o plantas en algunas marcas".