Acné, cesárea, cirugía reparadora... todas estas intervenciones tienen en común la aparición de cicatrices. Esta marca más o menos visible para el ojo también evoluciona con el paso del tiempo. Tiende a aclararse de forma natural.

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No todas tienen lógicamente el mismo tono ni grosor, por lo que su proceso de regeneración no será el mismo. Los médicos aseguran que una cicatriz tarda año y medio en ser "madura", durante esta fase, cambiará de forma progresiva. Su cuidado es fundamental: la hidratación constante y la protección solar son claves.

¿Te gustaría que pasará más desapercibida? Existen en el mercado numerosos productos adaptados que permiten disimular casi todas las cicatrices. Al igual que en el caso de los tatuajes, la clave reside en la elección de un tono muy parecido a tu tono natural, que permitirá limitar la demarcación.

¿Qué producto elegir según el color?

Las cicatrices suelen dividirse en dos, en cuanto a tonos: las rojas y las blancas. Para las primeras, es recomendable utilizar un producto corrector de un tono más claro que el de la piel. Para las segundas, mejor utilizar un producto del mismo que la piel. La aplicación es la misma.

¿Cómo conseguir una cobertura óptima?

"Se necesita un producto rico en pigmentos llamado 'base correctora', una base simple no es suficiente. Extendemos el corrector en el dorso de la mano para calentarlo y luego frotamos la cicatriz con muy poco producto.

Luego, con una brocha ancha, frotamos la cicatriz para cubrir todas sus imperfecciones. Por último, deslizamos con la brocha en los bordes para difuminar y unificarlo con el resto de la piel" explican los expertos de La Roche-Posay.

3 referencias para cubrir las cicatrices

Una de las referencias es SOS Stick Corrector 14H, de la línea Dermablend de Vichy. Se trata de una base de maquillaje con cobertura muy alta, textura fundente y fácil de difuminar para corregir de forma instantánea las imperfecciones cutáneas. Proporciona una tez de aspecto natural, con un confort de larga duración.

Es también apta para ojeras intensas, imperfecciones, la hiperpigmentación, cicatrices y las marcas de quemaduras.

El Studio Finish SPF 35, de MAC (26 €) es un corrector cremoso, ligero y emoliente, que proporciona una discreta cobertura opaca. Con protección solar SPF 35. Permite una corrección uniforme, invisible y de larga duración de todo tipo de imperfecciones, manchas y discromías de la piel con un acabado natural.

¿Su secreto? Su fórmula es tan concentrada que una pequeña cantidad puede cubrir y corregir gran número de imperfecciones. Este corrector rico en antioxidantes absorbe el exceso de grasa y cuida la piel gracias sus derivados de Vitamina A y E.

La crema facial de camuflaje Corrección Extrema, de Make Up Forever es una crema correctora muy modulable que permite camuflar desde las pequeñas imperfecciones hasta las más extremas (27,74 €).