El 10 de diciembre de 1948, la recién estrenada Organización de las Naciones Unidas dio un paso trascendental adoptando la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

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Casi un año después de su aprobación, Eleanor Roosevelt posaba para una foto con el cartel de la Declaración de Derechos Humanos en la sede de Naciones Unidas. La imagen dio la vuelta al mundo y gracias a ella, se vincula directamente la 'Declaración' con la política estadounidense, que ejerció como presidenta del Comité que se encargó de redactarla.

Su fervor para que el texto viera la luz, hace hoy 75 años, la ha convertido en figura clave en la defensa de los derechos humanos.

Primera dama de Estados Unidos desde 1933 y 1945, viuda de Franklin Delano Roosevelt, su personalidad autoritaria reconocida por todos le valió para que el sucesor de Roosevelt en la Casa Blanca, Harry Truman, la nombrara para llevar a cabo ese cometido.

Fryderyka Kalinowski (Polonia), Bodgil Begtrup (Dinamarca), Minerva Bernardino (República Dominicana) y Hansa Mehta (India), delegadas de la Subcomisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, mayo de 1946 en Nueva York. ONU

Comité de mujeres

Pero ella no fue la única mujer. Hubo otras representantes que trabajaron junto a Roosevelt y cuya labor fue esencial para dar forma al documento y garantizar que se incluyeran también los derechos de las mujeres.

Hubo tres delegadas procedentes de países no occidentales que dejaron una huella decisiva en el texto. Hansa Mehta de India, Minerva Bernardino de República Dominicana y Shaista Ikramullah de Pakistán.

A ellas se unieron la danesa Bodil Begtrup, la francesa Marie-Hélène Lefaucheux, la bielorrusa Evdokia Uralova y la también india, Lakshmi Menon.

Hansa Mehta

La activista feminista y política Hansa Mehta se sentaba junto a Roosevelt en la Comisión en 1948, y en ella recayó la tarea de redactar el texto.

Eran las dos únicas mujeres delegadas de los 18 miembros que componían el órgano. Mehta, trabajadora social, educadora e incansable defensora de los derechos de las mujeres en India, defendió que el texto incorporara en su redacción el lenguaje inclusivo.

A ella se le atribuye el mérito de lograr que se cambiara, en el primer artículo, la frase “todos los hombres nace libres e iguales” por “todos los seres humanos nacen libres e iguales”.

Minerva Bernardino

Por su parte, en 1948 Minerva Bernardino, diplomática y líder feminista, llevaba años implicada en la defensa de los derechos de las mujeres en América Latina y el Caribe. Su huella quedo plasmada en la declaración promoviendo que se incluyera la fórmula “igualdad de hombres y mujeres” en el preámbulo del documento.

Pero su legado también está en haber sido una de las responsables de la creación de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas e incluir la no discriminación por razón de sexo en la carta de la fundación de las Naciones Unidas tres años atrás, en 1945.

Begum Shaista Ikramullah

Begum Shaista Ikramullah, política y diplomática de Pakistán, examinó el proyecto de declaración en más de 80 reuniones. Era delegada de la Comisión de Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales de la Asamblea General, que también influyó en el contenido de la declaración, y una de las mujeres que formaron parte del primer parlamento tras la independencia de su país.

Ikarmullah defendió que se incorporaran artículos y expresiones que hicieran hincapié en la libertad, la igualdad y el derecho a elegir en la declaración universal. Además, defenció que se incluyera el artículo 16 sobre la igualdad de derechos en el matrimonio, ya que lo consideraba una forma de combatir el matrimonio infantil y forzado.

Lakshmi Menon

Lakshmi Menon de India también era representante ante la denominada Tercera Comisión de la Asamblea General en 1948. Defendió con contundencia la mención de la igualdad de derechos de hombres y mujeres en el preámbulo, así como la universalidad de los derechos humanos.

Bodil Begtrup

La activista feminista y diplomática Bodil Begtrup, de Dinamarca, también hizo hincapié en el lenguaje para no olvidar a la mitad de la población del planeta. Fue una de las defensoras de la idea de que la declaración universal se refiriese a los titulares de los derechos como “todos” o “toda persona”, en lugar de usar la fórmula “todos los hombres”. También propuso que se incluyeran los derechos de las minorías.

Marie-Hélène Lefaucheux

“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Detrás de la mención a la no discriminación por razón de sexo en el texto final estuvo la activista francesa Marie-Hélène Lefaucheux, que en 1948 ocupaba el cargo de presidenta de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.

Evdokia Uralova

Si uno de los artículos de la declaración universal, el número 23, menciona el derecho a igual salario por trabajo igual se debe, en gran medida, a la decidida defensa de Evdokia Uralova, de la República Socialista Soviética de Bielorrusia, que en 1947 fue relatora de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer.