El reciente viaje de los duques de Sussex a Alemania para presidir los Invictus Games ha servido para volver a poner a Meghan Markle en el centro de los focos... ¡y ha salido triunfante! Aunque siempre está rodeada de polémica, lo cierto es que en sus medidas apariciones públicas la exactriz sabe cómo ganarse el favor de la gente a golpe de melena y dulces sonrisas. Además, en la que ha sido su reaparición tras un tiempo con menos actividad pública, ha sorprendido su llamativo cambio físico y un renovado estilo que ha sido muy aplaudido.
Markle parece haber perdido algunos kilos y ahora luce una silueta más estilizada. Se nota especialmente en su rostro, que ha perdido algo de la redondez de antaño y ahora se ve más anguloso. Quizá en esta transformación tenga que ver con situaciones de estrés a las que se ha enfrentado, ya que durante una visita a Nueva York llevaba un parche pegado en el interior de la muñeca que, según afirman sus fabricantes, ofrece una sensación de calma a los usuarios.
Su nueva silueta se ha hecho muy evidente en los últimos looks, con pantalones pitillo, vestidos muy ajustados y prendas cortas como el mono de Zara que lució en Düsseldorf hace poco más de una semana. La transformación es clara si comparamos su imagen con una del año pasado.
También ha habido cambios en su dress code, sutiles pero que no pasan inadvertidos para los expertos en el armario de la duquesa de Sussex. El vestido palabra de honor y silueta lápiz que eligió para la final de los juegos Invictus es un ejemplo no sólo por el patrón de la prenda, que realza su estilizada figura, sino también porque es de una nueva firma que ha añadido a su ropero. Se trata de Cult Gaia, con un manifiesto muy feminista, ya que sus prendas están inspiradas "en la naturaleza y la mujer". No es la única, también le está dando espacio a otras algo más asequibles como J Crew, la firma de vaqueros Frame, Zara o Doen. Con todas ellas ha redefinido su estilo, manteniendo su esencia, pero dándole un toque fresco y muy juvenil que casa a la perfección con su nueva imagen.
Eso no quiere decir que no siga siendo fiel a las grandes casas de alta costura como Dior o Carolina Herrera. De hecho, fue la diseñadora de origen venezolano la elegida para el estilismo que Markle lució en un evento benéfico organizado por el actor Kevin Costner el pasado 22 de septiembre, en el que los Sussex fueron invitados de honor. La duquesa estrenaba un dos piezas formado por un abrigo tipo capa y unos pantalones flare.
Aunque, como muchas otras royals, Meghan es una apasionada de los altísimos zapatos de salón, últimamente lleva mucho calzado plano y con minitacón, como también hace Letizia. En Alemania, la esposa del príncipe Harry utilizó varios mules y bailarinas, las más destacadas son unas bicolor de Chanel destalonadas que llevan en su zapatero un tiempo y que usa sin parar. Los colores predominantes de su renovado vestidor son básicos: blanco, negro y nude. En cuanto a los patrones de las prendas: mucho talle alto, vestidos camiseros y blazers como prenda exterior fetiche. En todos y cada uno de sus estilismos, las joyas son clave: el reloj de Cartier y su brazalete Love de la misma firma nunca faltan.
En el terreno personal y sentimental, la nuera de Carlos III prepara nuevos proyectos. Sus seguidores esperan ansiosos su anunciada vuelta a Instagram, que no acaba de llegar. Pero hay algo mucho más importante que podría estar empezando a cocinarse a fuego lento. Lo ha desvelado el experto en realeza Tom Bower en la prensa británica: "Mi información es que ella está escribiendo sus memorias y serán una gran fuente de ingresos". De producirse, estaríamos ante una nueva fuente de preocupación para la Familia Real de Inglaterra, cuando aún no se han recuperado del tsunami que provocó el libro biográfico del príncipe Harry, lleno de ataques hacia su padre, el Rey, y su hermano Guillermo entre otros. Vendió más de tres millones de ejemplares: un verdadero pelotazo literario.