"Esta foto tiene un año y estaba embarazada de un bebé que más tarde perdería. ¿Cómo puedo compartir la dicha de estar a punto de convertirme en madre sin compartir al mismo tiempo el dolor de cuando ese camino se interrumpió en el pasado?", teclea la escritora Leticia Sala en su cuenta de Instagram. 

Como ella, miles de mujeres sufren la pérdida de sus bebés tras abortar espontáneamente. Un hecho que la cultura patriarcal que nos rodea intentaba esconder, pero que cada vez más madres comparten, porque sí, ellas también lo han sido, lo son y lo serán siempre. 

"Los recuerdos viven su propia vuelta al sol, así que estos días pienso todo el rato en algo que escribí justo después de que sucediera: que es frecuente alabar el hecho de que una mujer puede llevar y crear vida dentro de ella, pero menos habitual es elogiar que también puede llevar la muerte", continúa Sala, que pone el foco en la maternidad, de la que también habla en su último libro In Real Life. 

Florecer

"La muerte también vive dentro de ellas, mientras compran cerveza sin alcohol, mientras limpian con cautela la fruta para evitar pesticidas indeseables para el feto, mientras siguen cuentas de embarazo en Instagram. Y es precisamente esta dualidad lo que convierte la creación en una de las cosas más inexplicables y misteriosas del mundo. Mi corazón está hoy y siempre con todas las personas que han vivido esta pérdida", finaliza la escritora.

Una experiencia en la que también se ven reflejadas algunas de sus seguidoras, que escriben mensajes como este: "La vida que floreció y se marchitó dentro de mi barriga… el ciclo completo. Me reconozco en tus palabras".

En la plataforma Malasmadres también hablan del aborto espontáneo junto a la coach Leonor Cabrera. "Se da por hecho que, al no haber aún un bebé, no hay pérdida, cuando ni mucho menos es así. La pérdida está, existe y el dolor por esa pérdida golpea a la madre y a la pareja de forma directa", explica Cabrera. 

Un dolor que, según explica, puede aparecer de muchas formas: "como una sensación de vacío, como una sensación de tristeza o incluso como una culpa irracional con pensamientos del tipo “si no hubiera hecho esto o aquello tal vez no habría pasado” o “tendría que haber hecho esto o aquello” para que no hubiera pasado". 

Son madres

Son muchas las artistas que han hablado sin tapujos sobre la maternidad, como Zahara que afirmaba tras el nacimiento de su hijo del sufrimiento del posparto. Sala escribía el día de la madre sobre todas aquellas que lo son, aunque no en un plano físico. 

Las mujeres que han conocido

la pérdida de un embarazo,

las que lo buscan

en cada nuevo ciclo de la luna,

las que lo viven en sueñios,

pero no al despertar:

Ya son madres.

Todavía no en un plano físico,

pero sí en aquel

que las convierte en madres.

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