"Mantén tu cabeza baja y las piernas abiertas. Esto dolerá un poco, pero entonces terminará", le dijeron a Sarah (34 años) en la clínica mientras la sometían a un test de virginidad. En algunos casos, la prueba consiste en introducir dos dedos en la vagina para testar si la mujer ha mantenido relaciones sexuales anteriormente.

Campaña contra los test de virginidad en Marruecos.

Además de estos certificados expedidos por médicos y clínicas sin validez científica, están las costumbres y tradiciones de la noche nupcial, donde en ocasiones obligan a las mujeres a demostrar su pureza con el ritual de las sábanas.

"No sangrar ese día puede poner en peligro la vida de algunas mujeres, sometidas al abuso físico y verbal, al repudio, el divorcio o la violación, el llamado asesinato por honor y suicidio, afectando así al destino de las mujeres, su familia, su honor y su seguridad", advierten desde el Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI), colectivo que lidera la campaña #StopVirginityTest.

Se lanzó en San Valentín, el día de los enamorados, "una fecha simbólica porque las mujeres bajo influencia familiar y social cumplen con los requisitos de dominación masculina, son víctimas de violencia de género y sexual. Este ritual contribuye a la cultura de la violación. La noche de bodas se convierte en una pesadilla. Las mujeres quedan reducidas a una mancha de sangre. También puede existir la práctica de dos dedos o no pero, como vemos en los testimonios, la prueba es la de la sábana blanca. Si la novia no sangra, se genera un conflicto entre las dos familias, violencia verbal y física, repudio o divorcio inmediato, asesinato por honor", denuncia a MagasIN, Ibtissame Betty Lachgar, psicóloga y portavoz de MALI.

Cartel de la campaña contra los test de virginidad en Marruecos.

Por eso, a veces, las mujeres sometidas y humilladas por esta prueba llegan a sentir alivio cuando tienen el resultado del examen vaginal que determina que el himen sigue intacto, y les expiden un certificado que confirma su virginidad.

"Traté de bloquear la experiencia ya que era demasiado dolorosa y humillante, pero recibir el certificado me dio alivio", mantiene Sarah, uno de los testimonios reales que recoge la campaña.

En el caso de que salga negativo, allí mismo, comercializan productos que reparan el himen y prometen restaurar la virginidad. Como explica Amira (27 años), "algunas de mis amigas, que se casaron, se hicieron cirugías para asegurar el sangrado la noche de sus bodas. Otras compraron hímenes falsos diseñados para sangrar su primera vez". Así hacen que las mujeres sean evaluadas por una mancha de sangre en una sábana blanca.

El test de virginidad se practica todavía en más de veinte países, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre ellos se encuentra Marruecos. A pesar de que no es obligatorio y que en ocasiones las autoridades lo niegan, las familias conservadoras de zonas rurales en el país vecino someten a la novia a la prueba de la sábana, incluso después de haber pasado por la clínica y obtener el certificado de virginidad.

Lo encargan las familias o el futuro esposo antes del matrimonio. Así entre los múltiples preparativos previos a la boda, Amira tuvo que visitar una clínica para que un médico le hiciese la prueba. Con el resultado en la mano, le soltaron: "Mi dulce niña. Ahora eres una mujer muy pura". Sin embargo, confiesa en su testimonio durante la campaña que "aún no había terminado, porque el test real estaba esperando por mí en la sábana de mi noche de bodas".

Así celebran la virginidad de la novia en su noche de bodas, mostrando a los invitados las sábanas ensangrentadas. Poniendo en peligro la integridad de la mujer porque hay lugares que ante la sospecha de que no llega virgen al casamiento, puede ser asesinada bajo conceptos patriarcales como "el honor" o "la honra". Casi todas las mujeres que pasaron por este acto de violencia coinciden en que se sintieron solas.

Kit de virginidad

Para luchar contra este ritual degradante, la campaña creada por la agencia TBWA/RAAD y MALI provee de un juego de sábanas íntegramente blancas bordadas con flores y de una caja colorida con un folleto informativo de 24 páginas que describe los peligros de los test de virginidad y denuncia esta práctica sexista y retrograda. El kit está a la venta en el sitio traditionalvirginitytest.com con testimonios e información.

Campaña contra los test de virginidad en Marruecos.

El objetivo es "frenar esta práctica reaccionaria" y mostrarla como lo que es "violencia, violación y dominación masculina". Pero también, "romper el mito del himen inviolable y arrojar luz sobre un concepto patriarcal que aún persiste en una veintena de países de Oriente Medio y el norte de África", detallan los autores en un comunicado.

Además, MALI incide en la amenaza a su vida que representa "no sangrar para una mujer", revisando lo que significa exponerla al "abuso físico y verbal, la exclusión social, el divorcio, la violación, los asesinatos por honor y el suicidio".

"Una mujer debe ser virgen, de lo contrario no vale nada. Y esta prueba es una práctica bárbara y humillante, sexista y retrógada, violencia de género y sexual, un acto de tortura, una humillación...", no cesa de enumerar Lachgar.

A esta denuncia se unen otras organizaciones internacionales de derechos humanos que vienen condenando esta práctica desde hace años. "Una forma de violencia de género y discriminación inhumana contra las mujeres y una violación flagrante de los derechos humanos", mantiene Human Right Watch (HRW) en un informe de 2014. De hecho, la OMS y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) abogan por su prohibición.

La campaña digital incide también en que "el 50% de las mujeres no sangra durante su primera relación sexual" y existen mujeres que "nacen sin himen", mientras que otras membranas son "flexibles y no dañadas por el coito", lo que hace que los médicos encuentren "mujeres embarazadas y su himen todavía esté intacto".

En todo caso, expertos alegan que no se trata de ningún examen científico y que la validez de estos resultados no tiene ninguna certeza, ya que el himen se puede romper en diversas actividades o incluso se puede nacer sin él.

Con esta acción, el colectivo MALI conciencia una vez más sobre el mito de la virginidad, con la esperanza de un cambio de mentalidad y pide la derogación del artículo 488 del Código Penal marroquí que contiene lo que se denomina "desfloración", que autoriza la práctica de los test a las niñas y mujeres víctimas de violación y en consecuencia impone penas más severas al agresor según la supuesta virginidad o no de la víctima.

"El control sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres es una violación de sus derechos básicos. La prueba de virginidad es una práctica humillante, un acto de tortura y violencia sexual que puede tener consecuencias físicas y psicotraumáticas. Esta práctica bárbara debe ser abolida de inmediato", concluye rotundamente Lachgar.

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