La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sacado pecho de, por lo menos, que se hable de cuidados y corresponsabilidad en los Presupuestos Generales del Estado aunque sea sólo con 200 millones de euros para el "Plan Corresponsable", con todo lo que "se le debe a las mujeres", como ella misma reconoce.

"Incluso en un país paralizado por la pandemia, hay que planchar, hay que hacer la compra, hay que hacer la comida, hay que fregar platos y eso caía sobre los hombros de las mujeres de manera no valorada, muchas veces no remunerada o con trabajos precarios. Y hemos visto que es una tarea esencial para que la sociedad funcione", ha asegurado en el programa de radio La Cafetera.

Su Ministerio, según Montero, ha colocado "los cuidados" en el centro "de las políticas públicas algo que ni siquiera se había entendido como una política feminista". Y advierte de que el "gran debe del Gobierno en este año de pandemia es con las mujeres" porque "de nuevo hemos visto cómo son las mujeres las que han tenido que hacer malabares para compatibilizar su trabajo con el cuidado de los niños y las niñas, las personas dependientes, las tareas del hogar incluso el teletrabajo de sus compañeros".

Por eso advierte de que tiene que haber un debate más profundo sobre los usos del tiempo y la corresponsabilidad dentro de las familias: "Las mujeres también tienen derecho a dedicarse tiempo a sí mismas, ya sea a tumbarse en el sofá y ver una película, a tener cualquier tipo de actividad de ocio o simplemente de descanso y de cuidado de su propio cuerpo y de sí mismas. Quedar con unas amigas, realizarse como personas".

La conclusión es que "las mujeres son mucho más pobres de tiempo que los hombres, tienen mucho menos tiempo para hacer lo que quieren y hay que empezar a trabajarlo".

Montero es consciente de que 200 millones de euros no es mucho, "una semilla", lo llama ella, para cambiar situaciones que son estructurales en muchos casos, pero defiende que "sí va a ayudar a hacer políticas públicas para que las mujeres tengan tiempo para compatibilizar su trabajo con el cuidado, para que los hombres se hagan corresponsables".

Una de las promesas electorales que ya han sacado adelante es el permiso de paternidad de 16 semanas que tampoco se ha librado de la polémica. "Los permisos iguales e intransferibles son una demanda fundamental para poder equilibrar los cuidados que no son exclusivos de las mujeres ni nos vienen en los genes. Deben ser compartidos y repartidos".

Montero dice que son necesarias "políticas públicas" para que "la maternidad deje de penalizar a las mujeres en el mercado laboral y no ya que te quedes sin trabajo por estar embarazada o cuando vuelves de tu permiso, sino que te cambien de puesto o de responsabilidad, que confíen menos en ti, menos capacidad de promoción porque creen que tus prioridades son los niños y ahora no vas a poder dedicarte tanto a la empresa. Era una medida necesaria".

De hecho, ella asegura que si por Irene Montero fuera los permisos serían de seis meses para cada uno: "Esto es una opinión personal pero creo que tenemos que avanzar a permisos más largos, mínimo 6 meses para cada progenitor, también para aquellas mujeres que deciden no dar la teta".

Hay que equilibrar otros aspectos para eliminar otros problemas pero la ministra insiste en que "éste era el más urgente para equilibrar la balanza, que las empresas sepan que hombres y mujeres van a tener que hacerse cargo por igual".

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