Desde hace una semana, Estados Unidos está inmerso en la peor tensión racial vivida en décadas. La muerte de George Floyd, en una demostración más de la brutalidad policial contra ciudadanos afroamericanos, prendió la mecha y desde hace siete días las calles de EEUU han sido el escenario de innumerables protestas. Entre las figuras que denuncian el racismo sistémico del país, dos voces han emergido: Keisha Lance Bottoms y Tamika Mallory. Dos voces femeninas, dos mujeres negras que alzan la voz para pedir, desde puntos de vista distintos, soluciones para el racismo sistémico del país.

Una de ellas es la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms. "Soy madre de cuatro niños, uno de ellos con 18 años y cuando vi el asesinato de George Floyd, me dolió como le dolería a una madre. Y cuando escuché los rumores de las protestas violentas en Atlanta, hice lo que una madre hubiera hecho: llamé a mis hijos y les dije: "¿Dónde estáis? No puedo protegeros y los niños negros no deberían salir esta noche””, dijo.

A la alcaldesa, que ha declarado un toque de queda en la ciudad tras los disturbios, no le ha temblado la mano a la hora de destituir a dos agentes de la policía de la ciudad por “uso excesivo de la fuerza” contra dos estudiantes que protestaban en las calles. Sin embargo, pidió serenidad a los manifestantes y apeló al espíritu de Martin Luther King para las protestas.

"Lo que ha pasado en Atlanta no es Atlanta. Esto no es una protesta, no es el espíritu de Martin Luther King. Esto es caos", señaló. "Esta ciudad tiene el legado de alcaldes afroamericanos, policía afroamericana y demás gente afroamericana, gente que le importa esta ciudad”, recordó, destacando que al menos el 50% de los residentes era dueño de algún negocio y que estos estaban siendo los más afectados por los violentos disturbios."Si os importa esta ciudad, idos a casa", pidió.

A la vez, la alcaldesa ha recordado que la verdadera transformación se consigue con el voto y ha instado a la población a usar las urnas para conseguir el cambio que tanto anhela. "Si quieres un cambio en América, ve y regístrate para votar. Hazlo en noviembre. Ese es el cambio que necesitamos en este país. Estáis deshonrando nuestra ciudad, la vida de George Floyd y de cualquier otra persona que haya sido asesinada en este país. Esto no cambiará nada porque ya no estamos hablando del asesinato de un hombre inocente. Estamos hablando de cómo estáis quemando coches de policía en las calles de Atlanta. Somos mejores que este. Idos a casa”.

Nacida en Atlanta, Keisha es hija de Sylvia Robinson y del cantante Major Lace, que fue, además, boxeador y bailarín. "Aprendí muy rápido que las buenas personas, a veces, toman malas decisiones", dijo Keisha después de que su padre fuera acusado de tráfico de cocaína y estuviera tres años en la cárcel.

Desde que ha sido elegida alcaldesa de Atlanta, Bottoms se ha posicionado como defensora de los derechos de las minorías raciales y LGTBI y ha creado un departamento de diversidad. Su promesa es hacer de la ciudad un lugar más “asequible y equitativo”.

Bottoms, cuyo nombre resuena como una de las posibilidades para la vicepresidencia de Biden, se involucró en la política desde muy temprano, cuando todavía cursaba el instituto. Tras un recorrido consistente con los demócratas, fue elegida alcaldesa de Atlanta en 2017.

Siempre se ha posicionado abiertamente en contra del presidente Donald Trump y ha adoptado medidas en contra de la casa Blanca en innumerables ocasiones. Por ejemplo, cuando señaló que Atlanta era una ciudad abierta, y que seguiría acogiendo a inmigrantes, pese a la política antimigratoria del presidente. Ahora, durante las protestas, acusó a Trump de "empeorar y avivar las tensiones raciales".

La activista Tamika Mallory

Al otro lado de la barricada, con los manifestantes, se eleva la voz de Tamika Mallory, la activista, cuyo discurso se ha hecho viral: "La razón por la que los edificios arden no es solo por nuestro hermano, George Floyd. Arden porque la gente en Minnesota le está diciendo a la gente de Nueva York, a la gente de California, a la gente de Memphis, a la gente de toda la nación… ¡Ya basta!".

Ante los medios de comunicación, Mallory ha condensado toda la rabia y las reivindicaciones de la comunidad afroamericana de EEUU. "No somos responsables de la enfermedad mental que las instituciones del gobierno estadounidense y aquellos que están en puestos de poder han infligido a nuestro pueblo", destacó. 

Tamika Mallory tenía 20 años cuando el padre de su hijo, Jason Ryans, de 26 años, apareció muerto. Durante el juicio se supo que la víctima había sido agredida por dos hombres, uno de ellos su compañero de piso, después de acusarle de robo. Tras agredirlo y diciendo que le iban a llevar a un hospital, le metieron en un coche y le dispararon tres veces. Ese hecho reforzó su vena de activista que le habían incutido sus padres.

Comparada con Malcom X por algunos medios, Mallory nació en el Bronx y fue criada en Harlem, y sus padres fueron fundadores de Red de Acción Nacional, un movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos liderado por el reverendo Al Sharpton, un conocido activista por los derechos raciales. Pese a que empezó a militar desde muy temprano en la organización, Mallory tuvo sus idas y venidas con el movimiento hasta que la muerte de Jason Ryans la volvió a poner de lleno en el activismo.

Actualmente es la directora de la organización Until Freedom (Hasta la Libertad), que denuncia las injusticias raciales del país. También fue una de las organizadoras del movimiento social de la Marcha de las Mujeres en contra de la elección de Trump. La primera, en 2017, llegó a movilizar hasta cinco millones de personas repartidas en ciudades de todo el mundo.

“Hay una manera muy fácil de pararlo”, dijo sobre las protestas, “detened a los policías, imputadlos a todos. No solo a algunos aquí en Minneapolis, imputadlos en todas las ciudades de los Estados Unidos en las que se está asesinando a nuestro pueblo. Haced lo que supuestamente representa a este país: la tierra de la libertad para todos no lo ha sido para los negros y estamos cansados”.

"No habléis de saqueos. Vosotros sois los saqueadores. EEUU ha saqueado a la gente negra. Lo aprendimos de vosotros. Vosotros nos enseñastéis la violencia. Si queréis que seamos mejores, entonces, maldita sea, sed mejores vosotros", sentenció.

Su recorrido por el activismo la ha llevado a ser asesora de Joe Biden, cuando ocupaba el cargo de vicepresidente, sobre la regulación de las armas de fuego. Ahora vuelve a la primera plana, colocándose en el epicentro de las revueltas y de la lucha por la igualdad racial en EEUU.

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