Es feminista, negra, nigeriana y escritora. Pero también disfruta de su papel de influencer reivindicativa a través de la moda (africana a ser posible) y el maquillaje por el derecho de la mujer a "pintarse los labios de rojo y llevar tacones porque ella quiere, no porque le gusta a un hombre".

Chimamanda Ngozi Achivie (42 años) no sólo es la protagonista de uno de los discursos feministas más inspiradores de los últimos años sino que consiguió que su lema, "Todos deberíamos ser feministas", llegara a las pasarelas de moda de la mano de Dior, en el estreno de Maria Grazia Chiuri como creativa, además de que lo vieran millones de personas en todo el mundo.

De hecho, Chimamanda Achivie ha envuelto sus reivindicaciones feministas en los temas más controvertidos con aspectos como la moda, el desnudo o la coquetería, criticando la mirada puritana de muchos movimientos progresistas frente a la sexualidad femenina y exigiendo su derecho a mostrarse como quiere.

Su perfil de Instagram (con casi medio millón de seguidores) es una galería de combinaciones elegantes que saltaron a portadas de revistas gracias a su campaña "Wear Nigeria" ('Vestir Nigeria') donde quería poner en valor el trabajo de nuevos diseñadores africanos, mezclados con complementos de Dior, a la que está unida desde 2016.

Pero Chimamanda Ngozi Achivie no sólo marca el punto de vista de la mujer en cada libro o discurso, también resalta su situación como negra e inmigrante en EEUU. Hija de un profesor universitario y de una secretaria de admisión, con 19 años se fue a estudiar Comunicación y Políticas a Filadelfia con una beca. En la universidad descubrió la ignorancia que la mayoría del ciudadanos del país de la libertad tiene sobre el resto del mundo y lo plasmó en su 'Americanah', premiada con el National Book Critics Circle Award en 2013.

Chimamanda Ngozi Achivie, en una imagen de su Instagram.

Chimamanda se dio cuenta en esos años que tenía que hacer frente a un tópico tras otro en su día a día: que si todos los africanos son pobres, que si dónde han aprendido a hablar inglés o que si no han usado la estufa en su vida...

Ella transformó todas esas experiencias en un libro en el que reivindica el momento en el que fue consciente de su negritud y ahora HBO quiere convertirlo en una serie con Lupita Nyong’o’s como protagonista y apoyado por todo el lobby afroamericano que quiere llevar a las pantallas de Hollywood un lenguaje más inclusivo.

No es el único libro de Chimamamanda Achivie que ha acabado en los cines. Ya en 2014, se adaptó su libro 'Medio sol amarillo', en el que narra los desastres de la guerra civil en Nigeria que marcó a su país y a su familia.

Madre de una niña pequeña, esta nigeriana que vive a mitad camino entre Lagos y Maryland tiene claro que no se puede conseguir una igualdad real sin contar con los hombres, educando en el empoderamiento de la mujer y luchando contra las trabas que inciden aún más en la condición de mujer como ser negra o inmigrante en un país que Trump, y esto lo tiene muy claro, "ha convertido en un lugar peor".

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