En el mundo de 1998 la relación entre un jefe y su secretaria era casi materia para chistes. Nadie se planteaba el abuso de poder y la situación de inferioridad de una becaria frente a su todopoderoso superior. Hasta que explotó el 'caso Lewinsky' y en Estados Unidos empezaron a pensar que tal vez la relación sexual entre el presidente de su país y una becaria era algo más que sólo inmoral por estar él casado. Que más bien nacía de una posición de fuerza clara por parte de Bill Clinton

Los detalles más morbosos de esa relación que noqueó a la Casa Blanca vieron la luz gracias a la decisión de una mujer, Linda Tripp, amiga íntima de Monica Lewinsky, que hizo públicas más de 20 horas de conversaciones secretas entre ambas en las que la becaria narraba los pormenores de lo que provocó hasta un impeachment contra el presidente.

La hija de Linda Tripp, Allison, ha confirmado que la mujer ha muerto este viernes por una grave enfermedad que nada tiene que ver con el coronavirus a los 70 años. 

En 1996, Linda Tripp era funcionaria del Pentágono cuando la becaria más famosa de la historia de EEUU empezó su relación con Clinton. En otoño de 1997, Tripp empezó a grabar las conversaciones que mantenía con su amiga sobre este affaire sin contarle nada a Lewsinky.

Ya había dos extrabajadoras de la Casa Blanca que habían denunciado por acoso sexual al presidente, Kathleen Willey y Paula Jones, y Linda Tripp trató de manipular a Monica Lewinsky mientras la grababa para demostrar ese modus operandi de abuso de poder que supuestamente ejercía Bil Clinton en estas relaciones sexuales, como ella pensaba que también había sufrido la becaria.

Las más de 20 horas de cintas de charla entre las dos amigas fueron una de las piezas principales que el fiscal independiente Kenneth Starr utilizó para desatar el escándalo e incidir en el juicio político que ya se había abierto contra Clinton por perjurio y abuso de poder, sobre todo después de que el presidente negara cualquier tipo de relación sexual con Monica Lewsinky.

En una de esas sesiones ante el juez se llegó a discutir incluso si se entendía felación, la que le había practicado la exbecaria al presidente de EEUU, como una relación sexual plena para ver si Clinton había mentido o no. 

A partir de la entrega de estas cintas, Linda Tripp denunció una insistente persecución por parte de la Administración Clinton contra su persona. Según sus abogados, el Pentágono filtró información personal y acabó en una guerra judicial contra el Gobierno federal que acabo por indemnizarla en un acuerdo extrajudicial.

El Departamento de Defensa la despidió en enero de 2001 al concluir el Gobierno de Clinton. Pero Linda Tripp siguió manteniendo que la traición a Monica Lewsinky con la entrega de las cintas sólo buscaba ayudar a la exbecaria a ser consciente de su posición de víctima.

Linda Tripp, en el programa de Larry King. Reurters

En 2003, en un programa televisivo de máxima audiencia en EEUU, el periodista Larry King le preguntó si se arrepentía de haber grabado a su amiga: "No, lo volvería a hacer".

E insistía: "Le dije a (Lewinsky) que no amañaría un caso judicial. No ayudaría a amañar un caso, porque sabía que el presidente de Estados Unidos y Monica tenían la intención de hacer eso", aclaraba respecto a evitar que estas grabaciones pudieran ayudar en las otras dos acusaciones de acoso sexual abiertas contra Clinton.

Cinco años después, grabó un podcast 'Slow Burn' donde explicaba cómo se sintió en esa guerra de intereses contra el hombre más poderoso en la tierra y sus métodos: "No sabía qué hacer, me aterrorizaba, me asustaba, me sentía totalmente culpable por tener que manipularla, pero estaba convencida en mi alma de que al final la beneficiaría. Que él ya no podría hacer esto para lastimar a nadie más".

Antes de que se supiera que Linda Tripp había muerto, Monica Lewinsky ha querido hacer las paces con su examiga: "No importa el pasado, tras oír que Linda Tripp está gravemente enferma, espero que se recupere. No puedo imaginar lo difícil que tiene que ser para su familia".