Desde Iowa, Estados Unidos, llega la primera máquina agrícola autónoma, la pesadilla, o bendición, de todo granjero. Se trata de lo último en tecnología diseñado por el fabricante de equipos de agricultura Case IH, un tractor que se programa para trabajar a distancia desde una tablet.

Su imagen y diseño va más allá de la de un tractor convencional, a pesar de que sigue teniendo el mismo gran tamaño. Sin embargo, llama la atención la clara ausencia de una cabina donde pueda ir un tractorista. No es que vaya oculta, es que no hay mandos.

En sustitución se podrá manejar de forma remota. Hay una serie de cámaras y radares conectados, además de un navegador GPS en el tractor. Con esta tecnología el tractor autónomo puede detectar los obstáculos del terreno y esquivarlos, siempre manteniendo la seguridad en las tareas de trabajo.

Sin duda la gran ventaja del tractor es que ha sido diseñado para poder plantar semillas o realizar cualquier tarea del campo. No importa la hora del día, ni la climatología, puede trabajar a cualquier hora y bajo cualquier circunstancia. 

De momento, el prototipo de Case IH equiparía un motor de 419 CV capaz de alcanzar una velocidad máxima de 50 km/h. No hay un precio, tampoco una fecha para ser producido en masa, y es que habría muchos escollos legales como para lanzarlo al mercado como si de un coche autónomo se tratara.